Lima, 20 abr (.).- La mina Las Bambas, productora del 2 % del cobre del mundo, volvió a paralizar este miércoles sus actividades ante una nueva protesta de pobladores de las comunidades cercanas a su zona de operación, en el sur de Perú.
La mina, propiedad de la empresa china MMG, señaló en un comunicado que la medida se tomó "debido a preocupaciones relacionadas con la seguridad" de sus trabajadores, contratistas y miembros de la comunidad que participan en la protesta.
Informó que el pasado 14 de abril miembros de las comunidades de Fuerabamba y Huancuire ingresaron a la propiedad "con el objetivo de protestar contra un supuesto incumplimiento de compromisos de inversión social".
Al respecto, el presidente de Huancauire, Romualdo Ochoa, declaró a la emisora RPP que los comuneros permanecen este miércoles en terrenos de la mina y que su intención es retomar tierras que fueron vendidas a la empresa supuestamente por el incumplimiento de compromisos adquiridos con la comunidad.
"Estamos pidiendo al Estado lo que se ha acordado en la consulta previa y consultar con la comunidad la autorización del inicio de actividad", dijo.
La empresa señaló en su comunicado que "rechaza los argumentos" de los comuneros y aseguró que se encuentra "sumamente frustrada por las acciones" de fuerza, ya que "ha presentado evidencias de los compromisos cumplidos al Gobierno peruano, para su revisión".
Recordó, además, que el pasado 16 de abril se realizó una reunión del ministro de Energía y Minas, Carlos Palacios, con representantes de Las Bambas y la comunidad de Fuerabamba, aunque "no se llegó a un acuerdo" para que se suspenda la protesta.
MMG aseguró que, a pesar de la situación, "mantiene su compromiso de trabajar" con el Gobierno peruano y la comunidad de Fuerabamba para restablecer "un diálogo transparente y constructivo con el fin de lograr acuerdos duraderos".
Medios locales señalaron que en la zona no se ve la presencia de trabajadores y que los comuneros han instalado carpas y preparan sus alimentos, mientras esperan el eventual arribo del ministro Palacios y una comitiva de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Las Bambas fue traspasada en 2014 de la suiza Glencore (LON:GLEN) a MMG por unos 10.000 millones de dólares y se encuentra en la provincia de Cotabambas, en la región Apurímac, a 4.000 metros de altitud.
Desde que comenzó a operar en 2016, los vecinos de las comunidades aledañas han bloqueado la ruta de la mina de forma intermitente para protestar, entre otros puntos, por el constante tránsito de camiones que atraviesan la zona para transportar el cobre, lo que genera polvareda cerca de los lugares habitados.
Por ello, exigen el pago de indemnizaciones de daños y perjuicios por impactos ambientales, sociales y culturales, así como el pago de los derechos de servidumbre minera.
También demandan ser consideradas como proveedores de bienes y servicios de la empresa minera y como área de influencia directa ambiental y social de la misma.
El pasado 25 de marzo, los pobladores de 21 comunidades campesinas del distrito de Coporaque, en la región de Cusco, levantaron una protesta que impidió durante dos días operar con normalidad el transporte hacia Las Bambas, tras llegar a acuerdos con representantes de la empresa, con la mediación del Gobierno peruano.
La mina también debió suspender sus operaciones el 16 de diciembre cuando se interrumpió el transporte en la provincia de Chumbivilcas, a 200 kilómetros de su ubicación.
Esos bloqueos se levantaron el 30 de diciembre y la mina pudo restablecer sus labores, después de una reunión en la que participó la entonces primera ministra, Mirtha Vásquez.
El yacimiento también había paralizado su producción en noviembre del 2021, después de afrontar un mes de bloqueos por parte de otras comunidades ubicadas en su zona de influencia que se oponen a la contaminación ambiental por su actividad extractiva.
Las Bambas tiene reservas calculadas en 6,9 millones de toneladas de cobre, de las que 452.000 fueron extraídas en 2018, lo que supone un 2 % de las 20 millones de toneladas que se produjeron a nivel mundial y un 18,8 % de las 2,4 millones de toneladas que aportó Perú, segundo productor de cobre, plata y zinc en el planeta.
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