Madrid, 30 jun (.).- La participación de los bancos y las cajas en empresas cotizadas españolas marcó mínimos históricos en 2015 al representar un 3,6 % del total, 12 puntos porcentuales menos que en 1992, cuando alcanzó un 15,6 %, según un informe publicado hoy por Bolsas y Mercados Españoles (MC:BME).
La serie histórica, iniciada en 1992, muestra una reducción progresiva, aunque con repuntes en algunos años, como en 2011 cuando subió hasta 7,5 %, casi tres puntos porcentuales más que en 2010.
Además, también destaca la reducción de 5,8 puntos porcentuales respecto a 2007, cuando comenzó la crisis.
Según explica el estudio, "esta evolución es un reflejo de los profundos cambios estructurales experimentados en el ámbito empresarial de la economía española" y se debe al "impacto de la crisis en los años más recientes".
Por su parte, la presencia de las Instituciones de Inversión Colectiva y seguros se ha mantenido más o menos estable en los últimos años y cerró 2015 en el 7,9 %, por lo que si se une a la de los bancos supone un 11,5 %, también la más baja de la serie histórica del estudio.
Por el contrario, la participación más alta está en manos de los inversores no residentes, con un 42,3 %, la segunda más elevada de la serie, algo por debajo del 43 % de 2014.
Este porcentaje se ha mantenido por encima del 30 % en los últimos 24 años y asegura la "estabilidad para el mercado y el sistema financiero en su conjunto".
Por su parte, las familias poseen el 24 % del total de las empresas capitalizadas, un porcentaje menor en casi dos puntos que en 2014, aunque sigue demostrando el interés de los hogares españoles por las acciones debido a "la generosa política de retribución al accionista mantenida por las empresas cotizadas españolas", apunta el informe.
El resto de participaciones está en manos de las Administraciones Públicas, que poseen un 2,9 %, su nivel más alto en 17 años; y el 18,9 % restante es propiedad de las empresas no financieras, el tercer grupo de propietarios más relevante de la Bolsa española que se fija en "la mejora de las condiciones financieras y la reducción del endeudamiento".