París, 25 ago (.).- La patronal francesa prevé fuertes subidas de salarios a comienzos del año próximo como consecuencia de las tensiones en ciertos sectores, como los restaurantes y los hoteles, para encontrar trabajadores, y avisa de que eso acabará trasladándose a los precios.
Geoffroy Roux de Bézieux, presidente del Movimiento de Empresas de Francia (Medef), dijo este miércoles que cree que "habrá aumentos bastante fuertes a comienzos del año próximo aunque solo sea por una cuestión de oferta y de demanda" en los sectores en tensión.
En una entrevista a la emisora de radio pública France Info, Roux de Bézieux avisó que la consecuencia de esos incrementos salariales será el aumento de los precios, en particular en los restaurantes, donde la mano de obra representa una parte muy elevada de los costes de las empresas.
"A la vista de las dificultades para contratar (...) habrá aumentos bastante significativos" cuando a comienzos de año se renegocien las remuneraciones, y eso ocurrirá "de forma prioritaria" en los sectores donde es más difícil encontrar candidatos para trabajar, repitió.
Explicó que la principal cuestión que plantean los empresarios con los que ha hablado este verano e incluso ya antes no es tanto la crisis del coronavirus, sino "la contratación" de trabajadores.
Según el Ministerio de Trabajo, hay 260.000 empleos vacantes en Francia por falta de personas dispuestas a ocuparlos en las condiciones que se proponen.
El pasado lunes, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, avanzó que tiene intención de presionar a las empresas para que aumenten la remuneración de las personas que cobran menos, y que deben beneficiarse también de la recuperación.
Para el presidente del Medef, en otra entrevista a Le Figaro, hay un problema de escasez de mano de obra que es "estructural" y que hay que abordar "para evitar que frene demasiado la recuperación".
La explica por tres razones: una falta de adecuación entre la formación de los trabajadores y las necesidades de las empresas; la ausencia de movilidad de los parados; y un sistema de indemnización del desempleo "demasiado protector", que desanima a algunos a buscar un empleo.
Para solucionar este último punto, la patronal quiere que se aplique desde el 1 de octubre uno de los elementos de la reforma del subsidio de paro que ha llevado a cabo el Gobierno de Emmanuel Macron, todavía pendiente de entrar en vigor, y que tiene que ver con el cálculo de las ayudas que reciben algunos parados por volver al mercado laboral.
Roux de Bézieux se felicitó de que la economía francesa haya resistido a la crisis de la covid mejor de lo que habían augurado muchos institutos de coyuntura y de que no se haya producido la ola de quiebras de empresas que se temía.
Hizo notar que, al margen de los sectores directamente afectados por el coronavirus o sectores con tensiones de mano de obra o de aprovisionamiento de ciertos componentes, la actividad ha vuelto "casi" al nivel precovid.
No obstante, advirtió de que hay también "puntos negros" que podría invertir la tendencia: "las incertidumbres políticas", por ejemplo por lo que ocurre en Afganistán, la transición ecológica, "necesaria pero que impone nuevas inversiones a las empresas" y la devolución de los préstamos garantizados por el Estado.