Helsinki, 5 feb (.).- La compañía petrolera finlandesa Neste (HE:NESTE) obtuvo un beneficio neto de 714 millones de euros en 2020, lo que supone una caída del 60 % respecto a 2019, año en el que consiguió el mejor resultado de su historia, informó este viernes la empresa.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) de Neste disminuyó en 2020 un 44,7 % en términos interanuales, hasta 1.508 millones de euros, mientras que su ganancia operativa se situó en 828 millones, un 63 % menos.
Neste achacó la pérdida de rentabilidad en gran parte a la pandemia de covid-19, que provocó la caída de los precios y los volúmenes de ventas, el descenso en el margen de ganancia en el refinado del crudo, pérdidas de inventario y gastos extra en provisiones y amortizaciones.
No obstante, la empresa resaltó que su beneficio operativo comparable (sin contabilizar ganancias o pérdidas de inventario y otras partidas extraordinarias) se redujo en menor medida, en concreto un 28 %, hasta 1.416 millones de euros.
Neste facturó 11.751 millones de euros, un 25,8 % menos que en 2019, debido principalmente a la caída del precio del petróleo, que tuvo un impacto negativo de 3.000 millones de euros, y al descenso de las ventas de carburantes fósiles.
Su negocio de derivados del petróleo, el más importante en cuanto a ingresos, facturó 6.063 millones de euros, un 42 % menos, tras reducir su volumen de ventas de gasolina y diésel un 7,4 %, hasta los 13,35 millones de toneladas.
Esta división registró una pérdida operativa de 396 millones de euros, frente a los 406 millones de ganancia operativa del ejercicio anterior, lastrada por la caída del margen de refinado de petróleo, que disminuyó un 28,5 %, hasta los 7,55 dólares por barril.
Según la compañía, este negocio se vio notablemente impactado por la caída de la demanda global como consecuencia de la pandemia de covid-19, que a su vez provocó un exceso de oferta que afectó negativamente a los márgenes de ganancia.
En cambio, su negocio de carburantes renovables se vio menos afectado por la pandemia y mejoró su facturación un 5,8 %, hasta los 4.270 millones de euros, tras vender la cifra récord de 2,96 millones de toneladas de biocombustibles, un 4,2 % más interanual.
Pese a ello, el beneficio operativo de esta división se redujo un 33 %, hasta 1.239 millones de euros, por la caída de los márgenes de refinado y el aumento de los costes productivos.
El 71 % de estos carburantes renovables, principalmente biodiésel producido en sus plantas de Porvoo (Finlandia), Róterdam (Holanda) y Singapur, se comercializó en Europa y el resto lo vendió a clientes de Norteamérica.
Neste ha centrado su estrategia de crecimiento en la producción de biocombustibles y planea dedicar 1.500 millones de euros a la ampliación de su biorefinería de Singapur, la mayor inversión de su historia.