Madrid, 7 sep (.).- La presidenta de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) y de Rutas del Vino de España, Rosa Melchor, ha destacado que este año el enoturismo va "muy bien", por lo que esperan llegar a los tres millones de visitantes y superar los 102 millones de euros de impacto económico.
En una entrevista con EFE, Melchor ha recordado que las Rutas del Vino de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) alcanzaron los 102.208.200 millones de euros de impacto económico y 2.977.115 visitantes en 2023, cifras que prevén superar para este año.
Y ha recalcado que en algunos casos la rutas del vino y las cooperativas vinculadas al sector se han convertido en el "mayor motor económico" para algunos territorios de la España rural, sobre todo en municipios pequeños.
En la actualidad, Acevin aglutina 37 rutas a las que pretende sumar tres nuevos miembros en breve, pues las ya acreditadas se ha convertido en un "efecto llamada" para los territorios de tradición vinícola.
Apartarse del esnobismo
A su juicio, es una oportunidad no solo para enseñar el territorio sino para convertirlo en un recurso económico que facilita que haya jóvenes "que no tengan que irse por no encontrar recursos laborales en su zona".
Es en este caso, en la apuesta de la asociación por llegar a un público joven, de mayoría de edad, recalca que hay que "apartarse del esnobismo", ya que el enoturismo es un momento de ocio para divertirse.
Defiende que para disfrutar de las ruta no es necesario entender de vinos, ni ser un experto.
En este contexto, ha defendido que las rutas han sabido "hacerlo muy bien" en el camino de la diversificación y tienen actividades de ocio temáticas vinculadas al sector del vino, como es el turismo de aventura.
Además, las hay para todos los públicos y para todas las edades, con el plus de desarrollarlas en la naturaleza, como las experiencias para aprender a vendimiar, hacer rutas entre los viñedos a pie, visitas en globo y a caballo.
Enoturismo 365 días al año y el cambio climático
Otros de los retos a los que se enfrenta el sector vitivinícola, y en particular el enoturismo, es el cambio climático, que ya está afectando a los viñedos con una caída de la producción por la sequía en algunas variedades.
A causa de esto, durante esta vendimia se han podido recoger algunas variedades en agosto, cuando los meses habituales son septiembre y octubre.
Cambia así una de las fechas clave para este subsector del turismo rural y que ganan peso las rutas más frescas.
Por ejemplo en 2023 en el top tres de las rutas más visitadas estaban del norte la de Rioja Alta y la de Ribera del Duero, pero también la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez.
Si bien destaca que la temporada alta del enoturismo son los 365 días del año, es cierto que hay más interés en septiembre y octubre, que son los meses por excelencia de la vendimia.