Lisboa, 15 ene (EFE).- La presión a la que se ve sometida la deuda soberana de Portugal se ha relajado abruptamente desde principios de 2014 y hoy la cotización de sus obligaciones a diez años marcaba un nuevo mínimo desde agosto de 2010.
En el mercado secundario, donde los inversores intercambian los títulos de deuda vendidos en subasta pública, los inversores exigían una tasa de interés del 5,1 % para comprar títulos lusos a diez años.
En el último día del ejercicio 2013, Portugal cerró el año con estas mismas obligaciones al 6,1 %, lo que supone que en apenas quince días la presión ha bajado más de un punto.
La cotización de su deuda en el mercado secundario es de vital importancia para el país, ya que dejará de recibir fondos del rescate concedido en mayo de 2011 por la UE y el Fondo Monetario Internacional el próximo mes de junio.
Para no necesitar de más ayuda y recuperar su autonomía, Portugal debe ser capaz de colocar deuda a largo plazo -es decir, con vencimiento superior a dos años- a cambio de intereses sostenibles, y el mercado secundario es un indicador de qué tasas obtendría en caso de subastar estos títulos directamente entre los inversores.
El propio ministro de Exteriores luso, Rui Machete, reveló en noviembre que las opciones de evitar un segundo rescate pasan por conseguir que las obligaciones portuguesas a diez años coticen en torno al 4,5 % en este mercado secundario, un objetivo que ahora parece factible pero que hace sólo unos meses se antojaba como improbable.
De hecho, durante 2013 estos mismos títulos llegaron a venderse al 7,5 % de interés, coincidiendo con la crisis política que colocó al borde de la ruptura a la alianza conservadora en el Gobierno.
Más elevados todavía se situaron en el momento de mayor tensión en los mercados vivido por Portugal, a principios de 2012, cuando los inversores llegaron a exigir hasta un 17 % de rentabilidad para comprar obligaciones lusas.
A dos y cinco años, la penalización se situaba hoy en el 1,98 y el 3,9 %, respectivamente, prácticamente un punto menos que a 31 de diciembre de 2013. EFE