Lisboa, 21 feb (EFE).- La presión que ejercen los mercados sobre la deuda soberana de Portugal se alivió hoy ligeramente y permitió a sus títulos a diez años mantenerse en la última sesión de la semana por debajo de la barrera del 5 %.
Los intereses que penalizan sus obligaciones a este plazo -utilizado por los analistas como referencia- rondaban hoy el 4,9 %, apenas unas centésimas mejor que ayer, aunque por encima del 4,8 % al que cotizaban el lunes, la tasa más baja registrada desde mayo de 2010.
El nuevo mínimo marcado esta semana fue una noticia positiva para Portugal, que se encuentra ya inmerso en la recta final de su rescate -expira en tres meses- y que para recuperar su autonomía financiera precisa todavía de menores intereses.
Por este motivo, todas las miradas están puestas en la evolución de la rentabilidad exigida por los inversores en el mercado secundario, donde se compran y venden los títulos de deuda a largo plazo adquiridos en el pasado en subasta pública y que es considerado por los expertos un indicador de qué tasas obtendría en caso de colocar estos títulos directamente entre los inversores.
El país dejó de emitir obligaciones a un plazo superior a dos años desde que solicitó el rescate y debe ahora regresar progresivamente a este mercado de deuda a largo plazo.
De hecho, el Tesoro luso ya ha realizado dos emisiones de títulos a cinco y diez años desde que comenzó 2014, y en ambos casos logró cerrarlas con éxito.
Sin embargo, las tasas que soporta Portugal todavía son más altas que las de otros países de su entorno, ya que la deuda irlandesa a diez años cotiza en el mercado secundario al 3,2 %, la española lo hacía al 3,5 % y la italiana al 3,6 %.
A dos años, las obligaciones lusas reculaban hoy hasta el 2,3 % de interés y a cinco años caían al 3,8 %.
El país, que recibe estos días la penúltima visita de los técnicos de la troika, depende del descenso de los intereses para optar por una salida "limpia" del rescate -sin requerir más ayuda internacional- o por recurrir a algún tipo de mecanismo de apoyo comunitario que funcione como una especie de red de seguridad durante su regreso a los mercados de deuda a largo plazo.