Lisboa, 18 mar (EFE).- Portugal vio hoy cómo la presión sobre su deuda soberana aumentaba en el mercado secundario, en línea con lo ocurrido en toda Europa, debido a las dudas con las que han recibido los inversores el rescate a Chipre, aprobado este fin de semana.
La decisión de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional de penalizar los depósitos bancarios -hasta ahora intocables- chipriotas ha provocado incertidumbre en las bolsas y los mercados, y de hecho, el selectivo lisboeta, el PSI-20, también caía hoy más de un 1 %.
Este aumento de la presión se produce a pesar de que la UE y el FMI aceptaron el pasado viernes flexibilizar sus objetivos de reducción del déficit para Portugal y le concedieron más tiempo para cumplir sus ajustes, además de subrayar que el país "sigue por el buen camino".
Sin embargo, también anunciaron una revisión a la baja de sus previsiones económicas, que agravan la recesión para 2013 hasta el 2,3 % del PIB y estiman un incremento del paro hasta situarse de media en el 18 %, dos puntos más que ahora.
En cualquier caso, los analistas apuntan a que es la evolución de la crisis en Europa la que más afecta a la deuda portuguesa y hoy, a diez años -plazo utilizado habitualmente como referencia- sus títulos cotizaban al 6,2 % de interés, cuando el viernes cerraron por debajo del 6 %.
En este mercado secundario -donde se compran y venden las obligaciones adquiridas en subasta pública- la deuda portuguesa a cinco años rondaba el 5 %, dos décimas más que en la última sesión, una subida similar a la registrada en los títulos a dos años, que cotizaban al 3,3 %.
La presión que ejercen los mercados sobre Portugal se ha estabilizado después de casi un año de fuertes caídas, desde que a finales de enero de 2012 alcanzara su valor máximo.
Entonces, la deuda a dos, cinco y diez años llegó a venderse al 22, 21 y 17 % de interés, respectivamente. EFE