Lisboa, 5 jun (EFE).- La presión sobre la deuda portuguesa se mantiene prácticamente inalterada durante los últimos días e incluso hoy los intereses que penalizan sus obligaciones a dos y diez años caían ligeramente a la espera de la subasta de mañana.
En el mercado secundario, donde se compran y venden los títulos a largo plazo adquiridos en emisiones del Tesoro, los títulos lusos a dos años cotizaban en el entorno del 10,7 por ciento, cuatro décimas menos que ayer, y con vencimiento a diez años lo hacían en el 11,9 por ciento, apenas centésimas por debajo de la sesión anterior.
Tendencia contraria experimentaban sus obligaciones a cinco años, cuya rentabilidad subía dos décimas hasta rondar el 13,5 por ciento.
La evolución de estos intereses refleja que Portugal se encuentra en calma pese a las turbulencias que amenazan a parte de Europa, especialmente a España e Italia, ambos bajo la intensa presión de los mercados.
Las sucesivas aprobaciones de la troika -formada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- a los pasos dados por el país para modernizar su economía y cumplir con el vasto programa de ajustes y reformas pactado ha ayudado a reducir la volatilidad y la incertidumbre.
Ayer mismo, las instituciones internacionales volvieron a dar su visto bueno a las cuentas públicas lusas e insistieron en su confianza en que Portugal logrará cumplir sus metas de reducción del déficit público para situarlo en el 4,5 por ciento del PIB este año.
La principal preocupación tanto de la troika como del Gobierno luso es, por contra, cómo frenar el fuerte e inesperado aumento del paro, que se sitúa ya en el 15,2 por ciento de la población activa.
En este contexto de inestabilidad financiera en Europa, por un lado, y de respaldo de la UE y el FMI a su gestión, del otro, regresa mañana Portugal a los mercados para emitir entre 1.250 y 1.500 millones de euros en deuda a seis y doce meses.
El país ha continuado subastando títulos a corto plazo -es decir, con un vencimiento inferior a dos años- desde que solicitó la ayuda financiera internacional en abril de 2011, ya que los 78.000 millones de euros facilitados en el rescate están dirigidos a satisfacer sus necesidades financieras, pero a largo plazo.
Portugal está previsto que vuelva a emitir estas obligaciones a partir del segundo semestre de 2012, una meta que analistas, expertos y agencias de calificación ponen en duda debido precisamente a los elevados intereses que penalizan estos mismos títulos en el mercado secundario, utilizado como referencia. EFE