Vitoria, 22 jun (.).- La huelga convocada para este miércoles por los sindicatos en la planta de Mercedes en Vitoria en defensa de un convenio sin más flexibilidad laboral, la primera en 20 años, ha paralizado la producción en la factoría.
Los 5.000 trabajadores de la mayor empresa de Euskadi estaban llamados a parar su actividad, a través de sendas convocatorias de ELA, LAB y ESK, por un lado, y de UGT y CCOO, por otro.
La de hoy ha sido la primera de las jornadas de protesta previstas por los sindicatos. UGT y CCOO tienen anunciada otra huelga para el día 29 y las otras tres centrales otros días de paros entre el 27 de junio y el 1 de julio.
El presidente del comité de empresa, Igor Guevara, ha informado a Efe de que tanto en el turno de mañana como en el de tarde el seguimiento de la huelga ha sido "masivo", en torno al 95 %, ya que solo han acudido a sus puestos fundamentalmente los eventuales.
Por su parte, una portavoz de la dirección de la planta ha cifrado en el 75 % de la plantilla los trabajadores que han secundado el paro, convocado por los sindicatos en demanda de un convenio sin incrementos de la flexibilidad y con subidas salariales acordes al IPC.
La huelga ha paralizado por completo la producción de la fábrica, por lo que hoy no saldrá ninguno de los cerca de 700 vehículos que diariamente se ensamblan.
Al mediodía, centenares de trabajadores se han manifestado por el perímetro de la planta con pancartas en defensa de "un convenio justo" y con lemas como "Un comité dividido. Empresa vencedora".
Desde primera hora se han concentrado grupos de trabajadores a la entrada de la factoría, pero en ningún momento ha habido incidentes, algo que ha destacado la dirección de la empresa como un signo "muy positivo" de normalidad.
Fuentes de la multinacional han recordado que ésta es la primera huelga en la planta vitoriana en veinte años, lo que, a su juicio, demuestra que no es un centro de trabajo "conflictivo".
Guevara ha señalado, por su parte, que con este amplio seguimiento de la huelga la plantilla quiere decir que no quiere una sexta noche de trabajo semanal, un trato "discriminatorio" para las nuevas incorporaciones ni que las subidas salariales sean por debajo del índice de precios al consumo (IPC).
ELA ha hecho público un comunicado en el que considera que el "masivo seguimiento" de la huelga debe traducirse en un "rechazo total y rotundo a la posición de la empresa durante toda la negociación, en especial a su pretensión de ampliar la flexibilidad con una sexta noche" de trabajo.
La plantilla ha dejado claro, según esta central, que "no aceptará más flexibilidad para que su conciliación familiar y sus condiciones de vida empeoren a cambio de que aumenten los beneficios", aunque sí ha reconocido que está dispuesta a que aumente la producción, "pero con fórmulas que creen empleo en buenas condiciones".
La relevancia de la producción de Mercedes Benz en la economía de Euskadi ha hecho que hoy, como en días anteriores, miembros del Gobierno Vasco se hayan referido a la situación de esta empresa.
La vicelehendakari segunda y consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia, se ha mostrado "convencida" de que la dirección de la empresa y los sindicatos llegarán a un acuerdo en la negociación colectiva "por responsabilidad y por necesidad".
También se ha pronunciado el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, quien ha considerado "fundamental" que se alcance un acuerdo que ponga fin a la conflictividad en la fábrica.
Las dirección de Mercedes Vitoria envió ayer a los trabajadores una comunicación en la que consideraba la convocatoria de huelgas algo "totalmente incoherente" con la propuesta de inversiones para la planta de Vitoria y acusó al comité de empresa de "boicotear" la negociación del convenio, al que está "condicionado" ese plan inversor.
Esta primera jornada de paro se produce después de que la dirección de la multinacional anunciara la posibilidad de hacer una inversión en la planta de Vitoria de 1.200 millones de euros.
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