Madrid, 25 mar (.).- La pandemia recortó la actividad de todos los sectores consumidores de acero en 2020, de forma que la industria siderúrgica española produjo únicamente 11,1 millones de toneladas, un 18 % menos que en 2019, la peor evolución desde la crisis financiera de 2008.
Según ha detallado este jueves la patronal del sector siderúrgico Unesid, en algunos meses de 2020 la producción llegó a caer a cifras de 1996, pero al final del ejercicio se recuperó y llegó a crecer en el cuarto trimestre un 36 % con respecto al tercero.
En ocho de los doce meses de 2020 la producción de acero fue inferior al millón de toneladas.
"Nuestras industrias han tenido que contribuir en la lucha contra la pandemia haciendo de fábricas e instalaciones lugares seguros para el trabajo (...) y ha habido que adaptarse a las decisiones drásticas que adoptó el Gobierno con la promulgación del estado de alarma y con el cierre total de la economía", explica el director general de Unesid, Andrés Barceló, sobre estos descensos.
El reciclaje también cayó, de forma que la industria siderúrgica española recicló 9,1 millones de toneladas de chatarra que se introdujeron en el circuito económico como nuevos productos siderúrgicos, lo que supone un 13 % menos que el año anterior.
En 2020, se entregaron al mercado 12,3 millones de toneladas de productos siderúrgicos, lo que representa un descenso del 15,2%. Este resultado interrumpe tres años de leves ascensos, siendo la evolución similar tanto en el mercado español como en el europeo.
La demanda de productos siderúrgicos ha caído un 11,7 % en el año, con un perfil parecido al de la producción: fuertes descensos en la parte central del año y una recuperación en el último trimestre del 11,6 % con respecto al tercero.
Respecto al comercio exterior, las exportaciones cayeron un 16,2 % hasta los 8 millones de toneladas y las importaciones algo menos, el 13,2 %, hasta las 8,9 millones de toneladas, según Unesid, que insiste en que el sector continúa penalizado en su competitividad por los altos costes energéticos.
Así, en volumen hay un déficit próximo al millón de toneladas. Sin embargo, el mayor valor añadido de las exportaciones con relación a las importaciones hace que económicamente haya un superávit comercial de 516 millones de euros, explica la patronal.
El inicio de año se está viendo afectado por los efectos de la tormenta Filomena en España, el brusco aumento de los precios energéticos y la continuación del encarecimiento generalizado de las materias primas en todo el mundo.
Sin embargo, "la industria siderúrgica española confía en que la relajación de las medidas restrictivas, como consecuencia del proceso de vacunación, permita una recuperación de la actividad en todos los sectores consumidores", apunta Barceló.