Bruselas, 7 may (EFE).- La recapitalización directa de la banca será posible ya en 2015, pero no tendrá carácter preventivo y solo se podrá utilizar después de que se hayan aplicado quitas a un 8 % de los pasivos y el dinero de los fondos nacionales de liquidación establecido para ese año.
"El texto dice que en 2015 no habrá recapitalización directa preventiva", señaló hoy en una conferencia sobre el futuro de la banca organizada por la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's el presidente del Grupo de Trabajo del Euro, Thomas Wieser, que coordina la preparación de las reuniones del Eurogrupo.
Los principales rasgos de la recapitalización directa de la banca fueron acordados en junio pasado, pero el Eurogrupo ha tenido que trabajar después en el desarrollo de sus elementos y en su funcionamiento, tras lo cual se espera cerrar en junio el último punto que quedaba abierto.
Los ministros tenían todavía que decidir qué hacer en el año de transición, es decir desde 2015 hasta que entren en vigor en 2016 las reglas comunes del rescate interno de la banca.
Estas normas establecen la obligación de imponer quitas sobre accionistas, deuda subordinada y bonos júnior y sénior, y finalmente depósitos no asegurados antes de recurrir a cualquier ayuda estatal o europea.
El año próximo es crucial para la banca, que conocerá este otoño los resultados del análisis de la calidad de los activos y de la prueba de resistencia del Banco Central Europeo (BCE) y tendrá, en caso de necesidades de capital, de seis a nueve meses para recapitalizarse.
Este lunes, el Eurogrupo mostró un "amplio apoyo" a la última propuesta encima de la mesa sobre la recapitalización directa, que no ha sido aprobada aún porque algunos ministros tienen que consultar con sus capitales, pero que probablemente recibirá luz verde el 19 de junio en la próxima reunión del foro.
La propuesta prevé que en 2015 los gobiernos de la eurozona podrán solicitar ya una recapitalización directa al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) si cumplen antes dos condiciones.
En primer lugar, se exigirá que el 8 % de los pasivos hayan experimentado quitas y que se hayan usado los recursos de los fondos nacionales de liquidación -en el caso de España, el FROB- hasta los niveles requeridos en 2015: un 0,1 % de todos depósitos garantizados (hasta 100.000 euros), explicó el lunes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Al uso de la recapitalización directa de manera preventiva, Wieser señaló hoy que este escenario no se planteará en la práctica porque si un gobierno tiene que recurrir a la ayuda europea directa para la banca sufre ya tales problemas que esta cuestión pierde sentido.
Primero se aplicarán las quitas sobre los pasivos, después los recursos públicos nacionales y en caso de que los gobiernos no puedan ayudar tendrán que solicitar al MEDE un programa de rescate a la banca como hizo España y que tiene su impacto en las finanzas.
Solo en última instancia entraría en juego la recapitalización directa, de modo que se reducen las posibilidades de que se vacíe demasiado rápidamente la "hucha" disponible en el MEDE para la recapitalización directa (60.000 millones de euros), recordó Wieser.
Otros elementos ya acordados por el Eurogrupo incluyen un reparto de la carga, de manera que los países de la eurozona o en su caso los acreedores tendrán que recapitalizar a su banca con problemas hasta un ratio de capital al mínimo de solvencia (un 4,5 %).
Entonces el MEDE aportaría el 80 % y el gobierno en cuestión el 20 % restante durante los dos primeros años de vida de la recapitalización directa, porcentaje que se reducirá después al 10 % porque el supervisor bancario único, que asumirá su labor en noviembre, ya llevará vigilando más tiempo la banca.
La recapitalización directa podrá ser además retroactiva pero ésta no será plena y se decidirá caso por caso y por mutuo acuerdo.