Tokio, 4 sep (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy en rojo después de varios días de subidas en los que alcanzó su máximo de siete meses, lo que animó a los inversores a la lanzarse a la recogida de beneficios, apuntaron los analistas locales.
El índice Nikkei cerró hoy con una bajada de 52,17 puntos, un 0,33 por ciento, y se situó en las 15.676,18 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 5,13 puntos, un 0,39 por ciento, hasta las 1301,52 enteros.
Desde la apertura, el parqué tokiota se situó en el territorio de las pérdidas debido a que los inversores se inclinaron por la recogida de beneficios después de una sólida escalda de tres sesiones en la que el Nikkei llegó a su nivel más alto desde el pasado enero.
La decisión del primer ministro nipón, Shinzo Abe, de mantener en sus puestos a ministros clave en la remodelación del Gobierno que anunció este miércoles trasmitió un mensaje de estabilidad a los mercados, lo que frenó las caídas.
Mientras, los inversores se mostraron cautos a la espera de la rueda de prensa de hoy del gobernador del Banco de Japón y a la reunión del Banco Central Europeo.
El sector de la construcción vivió una jornada especialmente mala y tanto las constructoras Shimzu como Daiwa House se dejaron un 2,4 por ciento.
Los otros sectores que registraron las principales pérdidas fueron los de transporte marítimo y la financiación del consumidor.
Un total de 1.287 valores avanzaron hoy en la primera sección, frente a los 403 que retrocedieron y los 130 que permanecieron sin cambios.
El volumen de negoció ascendió a 1.740 billones de yenes ( 12.615 millones de euros) por debajo de los a 2.068 billones de yenes (15.000 millones de euros) de la víspera.