Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 20 ago (EFE).- Hace casi un mes que no hay un récord en Wall Street y hoy podría haber sido el día de no ser porque la Reserva Federal tocó en sus minutas el tema sensible de los tipos de interés, lo que provocó una interrupción en las subidas que dejó al S&P 500 a poco más de un punto de la plusmarca.
En realidad, la presidenta del banco central estadounidense (Fed), Janet Yellen, no dijo nada nuevo, pero "tipos de interés" siguen siendo las palabras mágicas para que los operadores de bolsa se revolucionen.
Así, hacia las dos de la tarde, los índices se desplomaron brevemente, para luego reflexionar y seguir con su tendencia alcista.
La Fed, siempre con la coletilla de "si se consolida la mejoría económica", apuntó este miércoles la posibilidad de una salida "más rápida de lo previsto" del estímulo monetario, incluida la subida de los tipos de interés.
Es posible que, de no ser por ese pequeño parón, el S&P 500, que cerró en las 1.986,51 unidades, hubiese alcanzado un nuevo máximo histórico, al superar los 1.987,98 enteros que fijó el 24 de julio.
O incluso que el Dow Jones recuperara sus 17.000 puntos, pues se quedó a 20 puntos de esta barrera psicológica, si bien todavía lejos de su última plusmarca, conquistada el 16 de julio.
Al margen de las tribulaciones de la Fed, la temporada de resultados siguió su curso y esta vez le tocó un episodio amargo, aunque para dos empresas que no repercutieron en el resto.
Por un lado, la compañía de alquiler de vehículos Hertz, que cerró casi con un 4 % de pérdidas, cerró con un descenso del 3,9 % después de una jornada en la que llegaron a desplomarse más del 12 %.
Por otro, Hewlett-Packard, que si bien no anunció tampoco buenos resultados, lo hizo al cierre de la sesión, así que su influencia se dejará notar mañana.
De hecho, la que seguía todavía bajo el efecto de sus buenos resultados era Home Depot, que lideró por segundo día consecutivo las ganancias en el Dow Jones.