París, 24 feb (.).- La compañía estatal ferroviaria francesa SNCF tuvo el pasado año 3.030 millones de euros (3.679 millones de dólares) de pérdidas, lo que significa multiplicar por casi 3,8 las que había encajado en 2019, una evolución que se explica por el impacto de la crisis de la covid-19.
Esa crisis acarreó una reducción de 6.800 millones de euros de los ingresos, explicó este miércoles en conferencia de prensa en línea el responsable financiero, Laurent Trévisani. En total, la facturación de la empresa cayó un 14,2 % a 29.975 millones de euros.
El tráfico de pasajeros en los trenes de alta velocidad (TGV) y en otros servicios fue "la mitad de un año normal", según Trévisani.
El margen operativo, por su parte, se quedó en 1.977 millones de euros en 2020, un 6,6 % del volumen de negocios, comparado con los 5.591 millones y el 15,9 % del ejercicio precedente.
Para hacer frente al choque, el Estado francés inyectó en el sistema ferroviario 4.700 millones de euros, de los que 4.050 millones fueron en forma de aumento de capital para la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF).
La deuda de la compañía estatal se situaba a fecha del 31 de diciembre en 38.100 millones de euros, lo que significa 22.100 millones menos que un año antes.
La razón es que el Estado había asumido 25.000 millones de ese agujero a cuenta de las inversiones realizadas en los años anteriores en la red.
El consejero delegado, Jean-Pierre Farandou, aunque reconoció que los resultados de 2020 habían sido "malos", hizo hincapié en que al final lo fueron "menos" de lo que se había temido en la primera mitad del ejercicio.
Una parte de eso se atribuye al plan de ahorro de 2.500 millones de euros que se aplicó durante el pasado ejercicio y que ha supuesto, entre otras cosas, un retraso en su plan de implantación en la alta velocidad en España, en competencia directa con Renfe.
Preguntado sobre las implicaciones de ese retraso, el responsable financiero se limitó a recordar que su objetivo es empezar a explotar esta primavera su modelo de trenes de alta velocidad de bajo coste (la marca Ouigo) en el corredor Madrid-Barcelona.
Para 2021, las perspectivas globales de la empresa dependen de la evolución de la situación sanitaria. En principio, la SNCF espera que la recuperación del tráfico se produzca sobre todo a partir del otoño.
Farandou admitió que en la clientela de negocios, los nuevos hábitos del teletrabajo o de evitar desplazamientos supondrá un descenso duradero del 10-15 %.
Pero se mostró convencido en que los viajeros particulares volverán a utilizar el tren conforme se levanten las restricciones, como ya ocurrió el verano del pasado año.
El consejero delegado insistió en que "la verdadera estrategia de la SNCF es el volumen" y en que quiere ganar "dos o tres puntos de cuota de mercado" a la carretera.