Nicosia, 23 jul (EFE).- La "troika internacional" inició hoy en Nicosia la segunda ronda de contactos con las autoridades de Chipre para negociar el programa de asistencia financiera en medio de la incógnita sobre el monto de ayuda que necesitará la isla mediterránea para evitar la bancarrota.
Mientras que el Gobierno chipriota todavía no se ha pronunciado al respecto, la agencia internacional de calificación de riegos Standard & Poor's estima que las ayudas podrían ascender hasta los 15.000 millones de euros, un 83 por ciento del producto interior bruto (PIB) de la isla.
Tan sólo el sector bancario chipriota, expuesto como pocos en Europa a la deuda de Grecia, necesita hasta 6.000 millones de euros, calculan los expertos.
Con motivo de la visita de los funcionarios internacionales, el ministerio de Economía de Chipre explicó hoy en un comunicado que el objetivo es "evaluar las tendencias macroeconómicas, las perspectivas para las finanzas publicas y las necesidades de recapitalizacion de la banca".
Además, los encuentros de esta semana pretenden "desarrollar puntos de vista comunes respecto a los desafíos que enfrenta la economía chipriota y sobre las medidas apropiadas en el sector bancario y publico", agregó la nota del ministerio.
La llamado "troika internacional" está compuesta por especialistas de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En declaraciones a una emisora local, el ministro de Economía de Chipre, Vassos Sharly, calculó hoy que hasta mediados de septiembre se presentará un memorando final para que la ayuda pueda estar disponible a partir de octubre.
En ese sentido, el ministro insistió hoy en calificar los encuentros de esta semana como "reuniones" y no como "negociaciones", que llegarán más adelante.
Es que los expertos internacionales están todavía examinado los datos macroeconómicos del país, recopilados en su primera visita, a comienzos de julio.
La "troika" se reunió hoy primero con las autoridades del Banco Central de Chipre y mañana, martes, lo hará con expertos del ministro de Economía.
Nicosia teme que las condiciones macroeconómicas que acompañarán las ayudas internacionales puedan ahondar más todavía la recesión en el país, cuyo producto interior bruto (PIB) se contraerá este año un 1,1 %, según el Banco Central.
El único dato concreto que ha adelantado por ahora el Gobierno chipriota son los estimados 4.500 millones de euros que necesita para refinanciar los préstamos del Estado.
Además, solo los dos principales bancos del país requieren una inyección de 2.300 millones de euros, lo que equivale al 13 por ciento del PIB del país.
Chipre, que está dividida desde 1974 en una parte griega y una parte turca, se ha visto golpeada por sus fuertes vínculos económicos con Grecia debido a los lazos históricos y culturales con el país heleno.
Sólo la parte griega, la República de Chipre, es miembro de la Unión Europea y de la Eurozona, mientras que la llamada "República Turca del Norte de Chipre" no es reconocida internacionalmente.
Para hacer frente a sus necesidades económicas, Chipre recibió en 2011 un crédito de 2.500 millones de euros de Rusia, un país con el que mantiene estrechas relaciones comerciales, y este año ha solicitado a Moscú otro préstamo por 5.000 millones de euros.
No obstante, esta segunda petición todavía no se ha concretado y el ministro de Economía reconoció hoy que los esfuerzos al respecto no han dado sus frutos hasta ahora.
Sharly agregó que si en el futuro Chipre logra un acuerdo con Rusia, lo debatirá con la "troika", aunque no será algo que influirá sobre las medidas de reforma y austeridad que tenga que aplicar.
Chipre es oficialmente el tercer inversor extranjero en Rusia, pero en realidad se trata de capitales rusos transferidos a la isla por razones fiscales y legales. EFE