La troika inicia su décimo examen a un Portugal que huye de otro rescate

Lisboa, 4 dic (EFE).- Técnicos de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aterrizaron hoy en Lisboa para llevar a cabo un nuevo examen al programa de ajustes de Portugal, país que quiere alejar definitivamente los rumores sobre un segundo rescate.

Mientras la misión de la llamada troika llegaba a la capital lusa para acometer la décima revisión al cumplimiento de su programa de ajustes, desde Bruselas un portavoz oficial consideraba que la operación de intercambio de deuda realizada este martes por el Tesoro luso supone "un paso importante" para facilitar su vuelta a los mercados.

A mitad de camino entre Grecia -que precisó del segundo rescate- e Irlanda -que ha culminado con éxito el programa acordado con los organismos internacionales-, Portugal pretende mejorar la confianza de los inversores en el futuro del país con la adopción de más reformas para 2014 para seguir el camino del "tigre celta".

Precisamente, el alcance de estas reformas en materias como el empleo es uno de los temas candentes en la visita trimestral de los técnicos de la UE y el FMI, de cuyo visto bueno depende la liberación de un tramo de ayuda de 2.700 millones de euros.

En las conclusiones de su último examen, la troika advirtió de que el calendario de reformas de Portugal "puede no ser lo suficientemente ambicioso" para hacer crecer rápidamente y de forma sostenida a la economía lusa tras tres años consecutivos en recesión (2011, 2012 y 2013).

Las "modestas mejoras" en términos de competitividad registradas hasta el momento llevan a los organismos internacionales a recomendar medidas como "la reducción de costes, incluyendo salarios", además de alertar de la "persistencia de rigidez", sobre todo, en el mercado laboral y el sector eléctrico,.

Sin embargo, varios destacados miembros del Ejecutivo conservador luso rechazaron esta posibilidad, reclamaron tiempo para que se observen los efectos positivos de las reformas y negaron que su modelo de país pase por una política de sueldos bajos.

Hoy mismo, el "número dos" del Gobierno, Paulo Portas, negó categóricamente que el país vaya a necesitar más ayuda internacional después de junio de 2014, cuando se cierra su programa de rescate.

"Un rescate, un calendario y un paquete financiero", defendió Portas en declaraciones recogidas por medios lusos durante un acto en Abu Dhabi, donde se encuentra junto a varios empresarios lusos en una misión por Emiratos Árabes Unidos.

Para evitar este escenario, Portugal debe volver a emitir deuda a largo plazo -algo que no ha necesitado hacer desde que solicitó ayuda en mayo de 2011- y colocarla a cambio de tasas de interés sostenibles en los próximos meses para recuperar su independencia financiera.

Expertos, analistas y agencias de calificación mantienen, no obstante, sus dudas sobre las opciones del país en conseguirlo y eludir un segundo rescate, por lo que estudian al detalle la evolución de su prima de riesgo que, en su opinión, debería caer más todavía para poder recuperar su autonomía.

Con el propósito de reducir la presión que tenía Portugal para lograr financiación destinada a afrontar el pago de deuda a largo plazo que vence ya en 2014 y 2015 -en torno a 28.000 millones de euros-, el Tesoro luso llevó a cabo una operación para ofrecer a los inversores la posibilidad de intercambiar estos títulos por otros con plazo a 2017 y 2018 a cambio de más intereses.

De esta forma, el país logró aplazar el vencimiento de obligaciones por valor de 6.600 millones de euros, lo que fue considerado un "éxito" por Simon O'Connor, portavoz del comisario europeo de los Asuntos Monetarios y Económicos.

El arranque hoy del examen de la troika se produce en un contexto de relativa tranquilidad en Portugal tras la tensión vivida durante el proceso de debate de los Presupuestos, y contrasta con el ambiente que se respiraba en su anterior evaluación, en septiembre, cuando Gobierno, patronal y sindicatos coincidían en reclamar una relajación de las metas de déficit que, finalmente, no se produjo. EFE

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