Versalles (Francia), 10 mar (.).- Los líderes de la Unión Europea (UE) van a debatir cómo financiar las inversiones que van a ser necesarias para afrontar los desafíos de la guerra de Ucrania, como la independencia energética de Rusia o el reforzamiento de la defensa, y eso incluye la opción de recurrir a la deuda en común.
El presidente francés, Emmanuel Macron, explicó este jueves al inicio de la cumbre de los Veintisiete en Versalles que "habrá que prever nuevas inversiones" y luego decidir si se recurre a la inversión privada, a los presupuestos nacionales o "si tenemos que hacer más gastos comunes como europeos".
"Creo que probablemente habrá de las tres categorías", añadió Macron en declaraciones a la prensa después de recibir como anfitrión a los otros jefes de Estado y de Gobierno que participan en este Consejo Europeo que va a prolongarse hasta el viernes en esa ciudad al sur de París.
El presidente francés no entró en detalles sobre cómo sería ese gasto común, pero dio alguna pista al recordar lo que ya se hizo con el plan de recuperación aprobado en el verano de 2020 para hacer frente a la crisis de la covid con un préstamo emitido por el conjunto de la UE por 750.000 millones de euros.
"En función de los objetivos que nos fijemos, habrá que decidir si conviene transformarlo o tomar nuevas decisiones", señaló.
No quiso avanzar más porque insistió en que el objetivo de esta cumbre es "la unidad de Europa" y "construir una independencia de Europa para tomar nuestras decisiones".
Una fórmula diplomática, sabedor de las divergencias que hay entre los países miembros sobre la pertinencia de repetir una operación como la del plan de recuperación, que cuando se puso en pie se dijo que tenía carácter excepcional.
La prueba de esas divergencias fueron las declaraciones en Versalles de algunos de los participantes.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, que era presidente del Banco Central Europeo (BCE) cuando se produjo la crisis financiera de 2008, dijo estar de acuerdo con la idea de financiar con deuda pública el choque energético y militar derivado de la guerra de Ucrania.
Draghi dio por hecho que hoy los líderes de los Veintisiete iban a "hablar de deuda" y, sobre todo, hizo hincapié en que "Italia y Francia están completamente alineadas, también en esa cuestión".
En una posición divergente, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, se mostró totalmente reacio a hablar de un segundo plan de recuperación, recordó que ya hay uno que está operativo y dijo que hay que centrarse en lo que hay que hacer ahora.
Los Países Bajos es el máximo exponente de los llamados "países frugales" que más se resistieron a la emisión de deuda en común.
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