Bruselas, 31 ene (.).- Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE buscarán mañana un acuerdo para desbloquear 50.000 millones de euros en ayuda a Ucrania para los próximos cuatro años, tras semanas de negociaciones que no han servido para acabar con el veto de Hungría.
El Gobierno ultranacionalista de Viktor Orbán bloqueó en diciembre el pacto al que habían dado su visto bueno los otros 26 países del bloque, lo que llevó a convocar una cumbre extraordinaria de la que salir o bien con un acuerdo avalado por Budapest o bien con una solución que permita canalizar fondos a Kiev sin su apoyo.
"No estamos ahí todavía. Hemos visto algo de movimiento de Hungría en ciertas partes de las negociaciones pero sigue siendo difícil", admite un alto funcionario europeo, advirtiendo de que "la frustración es cada vez más alta" entre el resto de Estados.
Hungría, que en diciembre vinculó su apoyo al paquete a que la Comisión Europea desbloquee los 21.000 millones de euros en fondos que mantiene congelados al país por sus problemas con el Estado de Derecho, rechazaba incluir la ayuda a Kiev en el presupuesto plurianual de la UE y pedía prolongar más allá de 2026 el plazo para usar los fondos de recuperación a los que de momento no tiene acceso.
Sin embargo, en los últimos días se ha abierto a incluir la asistencia a Ucrania en el presupuesto siempre y cuando las ayudas se aprueben anualmente por unanimidad, lo que le daría derecho de veto en el futuro.
El resto de socios lo rechazan puesto que los presupuestos anuales solo requieren mayoría cualificada para salir adelante, pero varias fuentes europeas admiten que se han explorado maneras para que los Veintisiete puedan, bajo ciertas circunstancias, revisar los desembolsos a Kiev.
La última propuesta puesta sobre la mesa esta misma mañana plantea celebrar un debate anual sobre la implementación de la ayuda, algo que podrían apoyar el resto de Estados con la "línea roja" de que la decisión sea por mayoría, no unanimidad.
"Es claramente una mano tendida a Hungría", señala una fuente diplomática.
La opción prioritaria, coinciden las capitales, es un acuerdo unánime y dentro del presupuesto plurianual, ya que sería más fácil y rápido de aprobar que una solución a 26 fuera de las cuentas y daría más estabilidad y previsibilidad a Kiev, que necesita los fondos con urgencia.
"Muchos Estados miembros ven la cuestión de la guerra de Ucrania como existencial y ese es el nivel de frustración, por eso miran a todos los escenarios", señalan fuentes europeas, que insisten en que se han hecho varias propuestas a Budapest en las últimas semanas.
Orbán ha acusado a la UE de "chantaje" por la filtración de un supuesto plan para minar su economía si no da luz verde a las ayudas, aunque las instituciones comunitarias han asegurado que sólo se trata de un "documento factual" sobre la situación de la economía húngara.
Diversas fuentes diplomáticas niegan cualquier tipo de chantaje a Hungría, político o con fondos europeos, aunque reconocen que algunos países han sugerido avanzar en el expediente por Estado de Derecho abierto a Budapest hace años, que podría retirarle el derecho a voto.
La UE asegura que habrá un plan B para ayudar a Ucrania si Hungría no da su brazo a torcer, pero de momento no lo ha revelado para facilitar hasta el último minuto un pacto unánime.
"Asegurar un acuerdo es vital para nuestra credibilidad", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su carta de invitación a la cumbre.
En la reunión, los líderes abordarán también la ayuda militar a Ucrania, en particular el futuro de la Facilidad Europea para la Paz dado el descenso de las reservas nacionales de munición, aunque no se espera un acuerdo.
Asimismo tendrán un debate sobre la guerra en Gaza centrado en la seguridad en el mar Rojo, la situación humanitaria y el impulso a una solución de dos Estados para Israel y Palestina.
Como aperitivo a la cita, los líderes celebran esta noche una cena informal en la que, además de estos temas, podrían tratarse las protestas de agricultores en varios países del bloque.