Lisboa, 8 ene (EFE).- El grupo hotelero portugués Tivoli informó hoy de que la venta de la compañía se encuentra "atrasada" debido al proceso de insolvencia abierto en el Grupo Espírito Santo, al que pertenece, aunque garantizó que sus unidades continuarán operativas.
En un comunicado, los responsables de la cadena lusa -con actividad en Portugal y Brasil- anunciaron que recurrirán a la Justicia para protegerse de los acreedores y destacaron que cuentan con apoyo financiero suficiente para seguir en funcionamiento.
Concretamente, dos de las empresas de este grupo (Hoteles Tivoli y Marinotéis) solicitarán el llamado "Proceso Especial de Revitalización", que permite la entrada de un administrador judicial con el propósito de negociar las deudas y evitar la entrada en insolvencia.
"Ya tenemos confirmado el apoyo de una entidad financiera, que puso a nuestra disposición una línea de financiación para que podamos enfrentar nuestras obligaciones en esta fase", subrayó el consejero delegado del grupo, Alexandre Solleiro.
En su opinión, "las diferentes negociaciones en curso deberían permitir concluir este proceso con brevedad".
Los problemas de la cadena Tivoli están vinculados al escándalo del Grupo Espírito Santo, uno de los principales conglomerados empresariales de Portugal, que se derrumbó este verano.
Las principales sociedades de este Grupo -con sede en Luxemburgo- se encuentran en concurso de acreedores a la espera de que se negocie la venta de sus activos.
La cadena Tivoli, en venta ya desde 2014, cuenta actualmente con doce establecimientos en Portugal y dos más en Brasil, todos ellos de entre cuatro y cinco estrellas.