Santiago de Compostela, 14 oct (.).- El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha anunciado que el Gobierno gallego va a rescatar cuatro autovías -la de O Salnés, Barbanza, Ourense-Celanova y Santiago-Brión, por las que ahora se paga un peaje en sombra- lo que tendrá un coste total de 297 millones de euros.
Según ha explicado en su comparecencia tras el Consello de la Xunta, con este rescate realizado de "mutuo acuerdo" con las respectivas concesionarias las arcas públicas se ahorrarán "más de 30 millones de euros" al año, que irán destinados a medidas en vivienda o en infraestructuras.
De esta manera, "a partir del año que viene no habrá que pagar el peaje en sombra" que la Xunta abonaba por esta autovías, ya que "pasarán a ser propiedad de todos los gallegos" y gestionadas por el Gobierno autonómico, ha asegurado la conselleira de Vivenda e Planificación de Infrestruturas, María Martínez Allegue.
En concreto, el rescate de la autovía de O Salnés (AG-41), que fue puesta en servicio en 2008 y cuya concesión se prolongaba hasta 2035, costará 45 millones de euros a las arcas públicas; mientras que la de O Barbanza (AG-11), con una concesión de 2009 hasta 2036, tendrá un coste de 72 millones de euros.
La más cara será la de AG-56, de Santiago a Brión, que entró en servicio en 2008 con una concesión hasta 2035, cuyo rescate costará 95 millones de euros; seguida de la AG-31, Ourense-Celanova, de 2013 a 2040, rescatada por 85 millones de euros.
En total, la conselleira ha cifrado el "ahorro" total por el rescate de todas esta autopistas en 330 millones de euros, lo que habría que pagar a todas las concesionarias en peaje en sombra y mantenimiento hasta la finalización de las respectivas concesiones.
Martínez Allegue ha destacado que así Galicia "da un nuevo paso hacia una red viaria más accesible, eficiente y sostenible, consolidando un modelo de infraestructuras que beneficia a todos los gallegos".
Y, aparte de agradecer a las concesionarias su disposición para llegar a un acuerdo favorable para el rescate, volvió a insistir en la necesidad de que también las autopistas de gestión estatal, la AP-9 y la de Santiago a Lalín, dejen de estar "entre las más caras de España" y su titularidad y centro de decisión pase a estar en Galicia.
EFE
(Foto)