Por Carlos R. Cózar
Investing.com - Tras el campanazo de cierre de la sesión del jueves, la Comisión Nacional del Mercado de Valores indicaba que autorizaba la OPA lanzada por LetterOne por las acciones de DIA (MC:DIDA).
Según expresaba el regulador, los términos de la operación se ajustan "a las normas vigentes" y considera suficiente el contenido del folleto explicativo, habiendo presentado el fondo del magnate ruso Mijaíl Fridman unas últimas informaciones el pasado martes.
Así, desde que se confirmó la autorización de la oferta de adquisición, LetterOne tiene cinco días hábiles para su difusión pública y el período de aceptación comenzará el primer día bursátil desde ese primer anuncio. Es decir, este viernes. Cabe recordar que el fondo de inversión gestionado por Fridman dio un plazo hábil de 23 días naturales para que acepten la OPA.
El mercado, por tanto, esperaba y estaba expectante a que la CNMV autorizase la operación para saber qué pasaría con las acciones. Los títulos, a primera hora de la mañana del viernes, cotizan a 0,65 euros y se quedan, por tanto, a dos céntimos de la oferta lanzada por LetterOne. La acción ya se revaloriza casi un 3%.
Desde que se produjese la Junta de Accionistas de DIA (20 de marzo), los inversores han estado esperando nuevos movimientos y la compañía apenas ha subido un 1,4% sobre el parqué. En lo que va de año, las acciones se disparan un 31,5%.
Fecha límite de la contraopa
Pero, la cosa no podría acabar ahí. Si algún gran grupo o accionistas están dispuestos a obtener el control de DIA tienen que correr y ponerse las pilas.
Así, y tal como se reflejan los planes de LetterOne, los interesados en poder hacer una intentona para quedarse con el grupo de alimentación se reduce hasta el 18 abril, puesto que deben presentarse la oferta cinco días antes del cierre de plazo de la OPA. Cabe recordar, que Fridman puso de fecha tope el próximo 23 de abril.
Improbable comprador
Con estos plazos, y visto el panorama empresarial en el que se ha movido DIA, resulta difícil pensar que aparezca alguien interesado en mejorar la oferta.
Fridman necesita que un tercio de los accionistas de la compañía accedan a vender sus títulos a 0,67 euros. Y aquí el magnate ruso va a tener que sudar de lo lindo. Los pequeños accionistas ya contaron en la entrevista concedida a Investing.com, que pretenden dar guerra, una vez que LetterOne ganó en la Junta de accionistas. Por tanto, parece impensable que vayan a ceder los minoritarios de la la distribuidora de alimentación.
Tampoco parece probable que llegue un caballero blanco en busca de salvar la delicada situación de DIA. Los mismos accionistas contaban en dicha entrevista que creen que la banca acreedora tiene a un inversor detrás para comprar la compañía. Pero al perder la opción que planteaba De la Cierva, se ha quedado en papel mojado.
Un De la Cierva que tiene las horas contadas porque LetterOne explicó en su momento que si su plan salía adelante sería destituido.
Y ahora… la banca
Y entre ofertas de adquisición, posibles destituciones, rumorología y cuentas de la vieja, LetterOne tiene que ponerse manos a la obra con su principal escollo: llegar a un acuerdo con la banca acreedora.
Ambas partes están lejos de firmar la paz, pero están condenadas a entenderse. El principal punto de desencuentro es el aplazamiento de los vencimientos de deuda. La compañía tiene comprometidos 912 millones de euros y LetterOne no quiere pagarlos hasta 2023, para poder llevar a cabo con mayor facilidad su plan de negocio a cinco años.