Bruselas, 21 feb (EFE).- Los ministros de Finanzas de la UE dieron hoy nuevos pasos para combatir la volatilidad de los mercados financieros, al respaldar medidas para una mayor vigilancia a los países con problemas y mostrarse en contra de la especulación con deuda soberana.
El Consejo de Ministros de hoy, que se celebró muy poco después de que los titulares de la zona euro cerraran de madrugada el segundo rescate para Grecia, logró un primer acuerdo sobre dos reglamentos para el control previo de los proyectos presupuestarios de los países de la eurozona y una mayor supervisión de los Estados que experimentan graves turbulencias financieras.
El acuerdo permitirá a la Presidencia danesa iniciar las negociaciones con el Parlamento Europeo con el fin de aprobar las regulaciones en primera lectura antes de julio, según declaró tras la reunión la ministra de Economía de Dinamarca, Margrethe Vestager.
La primera de las dos normas establece una supervisión reforzada y asesoramiento de los borradores de los proyectos presupuestarios de los países del euro, especialmente de aquellos que están bajo el procedimiento por déficit excesivo.
Este reglamento establece "supervisión reforzada y sincronizada de los planes presupuestarios" que obligará a enviar a Bruselas antes del 15 de octubre los proyectos de presupuesto de todos los organismos públicos, afirmó el ministro español, Luis de Guindos, en una rueda de prensa tras la reunión.
Se aplicará un control mayor a los países bajo procedimiento por déficit excesivo, con el fin de que la Comisión Europea pueda evaluar mejor si existe un riesgo de incumplimiento con la fecha límite fijada para corregir el déficit excesivo.
Los países que experimenten graves dificultades financieras con respecto a su estabilidad financiera o reciben ayuda financiera bajo un programa preventivo, tendrán que someterse a una supervisión más estricta que los Estados miembros con un procedimiento por déficit excesivo abierto.
El comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, consideró que el acuerdo supone "otro paso hacia el reforzamiento de la gobernanza económica en la Unión Europea".
Sin embargo, Rehn lamentó que no se haya aceptado la propuesta de la Comisión Europea de consagrar el objetivo presupuestario a medio plazo de los procedimientos presupuestarios nacionales.
La segunda prevé una supervisión reforzada de los países de la zona euro que experimentan graves turbulencias financieras o solicitan un rescate, pero el texto suaviza considerablemente la versión inicial, en la que la Comisión podía proponer al Consejo que recomiende a un país solicitar un rescate y que se elabore un programa macroeconómico de ajuste.
De Guindos señaló que hubo "un amplio consenso" a favor de ambos reglamentos que avanzan en el gobierno económico y de la coordinación de las políticas económicas y presupuestarias dentro de la Unión.
Los ministros también aprobaron formalmente una normativa que limitará desde noviembre la especulación con deuda soberana que estuvo en el origen de la crisis financiera.
La medida afecta a las transacciones al descubierto de los seguros de impago vinculados a la deuda soberana -los llamados Credit Default Swaps (CDS)-, y endurecer las normas para las ventas en corto de acciones y bonos.
La aprobación, que respaldaron los socios europeos a excepción de Reino Unido que se abstuvo, se produce después de que la semana pasada países como España que habían prohibido la venta en corto decidieran retirar el veto, lo que provocó el desplome de las entidades financieras españolas en la bolsa y una reducción de su valor en 5.411 millones de euros.
Las ventas a corto plazo se caracterizan porque los inversores venden acciones con la expectativa de que baje su valor para comprarlas luego a menor precio y ganar la diferencia.
Las ventas al cubierto son una modalidad de estas ventas a corto plazo en las que el vendedor no posee las acciones.
El nuevo reglamento aumenta la transparencia sobre posiciones en corto mantenidas en ciertos valores de la Unión Europea y asegura que los Estados miembros tengan poderes claros para intervenir en situaciones excepcionales, con el fin de reducir los riesgos sistémicos y para la estabilidad financiera y la confianza en los mercados. EFE
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