Madrid, 9 sep (.).- La producción industrial se desaceleró con fuerza en julio debido principalmente a la contracción de los bienes intermedios, aquellos que se utilizan para fabricar otros bienes, lo que podría presionar al alza la inflación.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este viernes el índice de producción industrial (IPI), que creció un 1,3 % en julio con respecto al mismo mes de 2021, una tasa alejada de los fuertes repuntes de mayo (6,9 %) y junio (6,4 %).
Esta ralentización en términos interanuales se tradujo, en términos mensuales, en una caída de la producción industrial con respecto a junio del 1,1 %, con todas las rúbricas en negativo a excepción de los bienes de consumo no duradero, que aumentaron un 0,1 %.
La escalada de los precios es, a la vez, causa y consecuencia de este frenazo, según indican los expertos a EFE, y el factor clave que determinará la evolución del indicador en los próximos meses.
El profesor del IEB Javier Santacruz ve "una caída preocupante de la producción de bienes intermedios", que es "uno de los pilares fundamentales en cualquier proceso industrial", lo que a su juicio provocará una escasez de ciertos productos en la fase final de fabricación que presionará al alza los precios.
Por su parte, el profesor de economía aplicada de CEU San Pablo Juan Luis Santos cree que tras el "negativo" dato de julio, la evolución futura de la producción industrial dependerá de los precios energéticos, que son uno de sus principales costes.
En términos anuales, la producción industrial ha crecido de manera sostenida desde noviembre de 2021, con la excepción de una pequeña corrección en abril, a la que siguieron fuertes repuntes en mayo (6,9 %), junio (6,6 %) y, ahora, uno más débil en julio.
Esta ralentización se derivó de la caída de la producción de bienes intermedios, del 5 %, y, en menor medida, de los bienes de consumo no duradero, que retrocedieron un 0,7 %.
A pesar de ello, el índice se mantuvo en positivo gracias al fuerte crecimiento de la energía, del 13,2 %, así como de los repuntes más moderados de los bienes de equipo (1,6 %) y los bienes de consumo duradero (1 %).
Por ramas de actividad, los mayores crecimientos de julio se concentraron en la confección de prendas de vestir (20,7 %) y el calzado (15,5 %), así como en la industria de la madera (13,9 %) y el refino de petróleo (12,1 %).
Por el contrario, las industrias manufactureras que más redujeron su producción fueron la metalurgia (13,1 %), la fabricación de productos informáticos (8,8 %), artes gráficas (7,7 %) e industria química (7,1 %).
Las comunidades autónomas que registraron un mayor aumento de la producción industrial fueron Baleares (16,9 %), Murcia (10,4 %) y Andalucía (9,1 %), mientras que los retrocesos más destacados se dieron en Navarra (7,6 %), Galicia (7 %) y Cantabria (6,4 %).
Una vez corregidos los datos con los efectos estacionales y de calendario, el IPI muestra un avance del 5,3 %, 1,7 puntos menos que en junio, debido a la contracción de los bienes intermedios.
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