Cádiz, 30 abr (.).- Las dotaciones de las cinco corbetas saudíes que construye Navantia comienzan este fin de semana a llegar a Ferrol (A Coruña) y a San Fernando (Cádiz) para recibir la formación necesaria para trabajar en estos buques militares de última generación, diseñados por los astilleros públicos españoles.
La formación de las dotaciones de estas cinco corbetas, en total más de 600 militares saudíes, forma parte de lo que supone el mayor contrato en la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero, valorado en 1.813 millones de euros.
La construcción de las cinco corbetas, que se inició en enero del 2019, avanza al ritmo establecido. El pasado 15 de abril el astillero de Navantia en San Fernando (Cádiz) celebraba el acto de puesta de quilla de la quinta corbeta que construye para la Marina Real de Arabia Saudí, un buque que se llamará "Unayzah".
Otras tres están a flote y una más está completamente montada en grada y será botada el próximo julio.
Conforme avanza la construcción de las corbetas, se emprende la formación de sus tripulaciones, un aspecto que hará que, de forma escalonada, más de 600 ciudadanos de Arabia Saudí se instalen en San Fernando para recibir una formación militar, en colaboración con la Armada española, y naval para familiarizarse con los sistemas de las nuevas corbetas que llevarán después a su país.
Esta primera fase formativa durará dos meses y después continuarán, hasta un año aproximadamente, su capacitación con la formación en operación y mantenimiento de las corbetas en el propio astillero de San Fernando.
Navantia y la Universidad de Cádiz han suscrito para llevar a cabo esta formación un convenio valorado en 2,4 millones de euros.
El programa incluye un total de doce especialidades formativas, entre ellas navegación, cubierta y maniobra, máquinas, auxiliares y electricidad, inglés técnico naval, mecánica y propulsión, mecánica auxiliar, electricidad, electrónica o dirección de proyectos.
El adiestramiento de estas dotaciones de las corbetas, forma parte de un contrato firmado en noviembre de 2018 y que supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas, equivalente a 6000 empleos anuales durante cinco años.
De ellos, más de 1.100 son empleados directos de Navantia, más de 1.800 son de la industria auxiliar y más de 3.000 son indirectos generados por los suministradores.
Además de la construcción de las cinco corbetas, la última de las cuales será entregada en el 2024, y de la formación de las dotaciones, el contrato de Navantia con la armada saudí incluye el apoyo al ciclo de vida de los buques durante al menos cinco años.
El diseño de las corbetas permite a Navantia poner en el mercado sistemas propios de última generación, como el combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el puente integrado MINERVA y los motores y las cajas reductoras.