Madrid, 22 jul (.).- Las empresas españolas tienen actualmente más de 1,3 billones de euros en facturas pendientes de cobro y 4 de cada 10 se han visto obligadas a cancelar deudas incobrables en el último año utilizando parte de sus ingresos.
Estas son algunas conclusiones de un informe sobre pagos en Europa publicado este lunes por el gestor de crédito Intrum, que añade que las deudas ascienden hasta los 10,5 billones de euros en los 25 países europeos analizados en el estudio.
Los impagos siguen siendo un gran desafío para las empresas españolas, a pesar de que la economía nacional creció un 2,5 % en 2023, frente al 0,4 % del conjunto de la eurozona, y que para este año se prevé una mejora del 2,3 %, según cálculos del Banco de España.
De hecho, en los próximos 12 meses seis de cada diez negocios en España anticipan un incremento en el riesgo de impagos de sus clientes.
El informe revela, además que en España el 81 % de las empresas tiene deudas pendientes de cobro, un porcentaje ligeramente superior al 79 % de la media europea y que sitúa al país en la décima posición en cuanto a empresas en esta situación.
Así, España comparte posición con Austria, Croacia, Reino Unido y Francia, y supera a Noruega (79 %) e Italia (78 %).
Los porcentajes más altos se han registrado en República Checa (89 %), y Alemania, Serbia y Suiza, las tres con un 83 %, mientras que al otro extremo estarían Irlanda (75 %) y Bélgica (74 %), con las cifras más bajas.
Esta acumulación significativa de deudas pendientes refleja las dificultades que afrontan muchas empresas para gestionar eficazmente sus finanzas. En consecuencia, según el Informe Europeo de Pagos, el 38 % de las entidades analizadas en España ha tenido que cancelar deudas incobrables utilizando parte de sus ingresos.
Otra de las conclusiones del estudio es el aumento de empresas preocupadas por la puntualidad de los pagos de sus clientes, una inquietud que estaría vinculada a la gran cantidad de préstamos pendientes y que sufren el 67 % de las compañías frente al 65 % registrado en 2023 y al 64 % de 2022.
Sin embargo, a pesar del aumento de esta preocupación, el estudio elaborado por Intrum revela que la proporción de empresas que prevé un incremento en el riesgo de retrasos o impagos ha disminuido del 67 % al 60 %, un cambio que podría indicar una ligera mejora en las expectativas empresariales.
No obstante, la cifra sigue siendo elevada y supera a la media europea (58 %) y a otros países de nuestro entorno como Italia (57 %), Francia (56 %) y Alemania (55 %).