Nueva York, 14 jun (EFE).- Los desalentadores datos macroeconómicos difundidos hoy en Estados Unidos se convirtieron en buenas noticias para Wall Street, que confió en que las señales de debilitamiento de la mayor economía del mundo fuercen a la Reserva Federal (Fed) a emprender nuevas medidas de estímulo monetario.
También fueron esperanzas las que traían los rumores de que los mayores bancos centrales del mundo preparan una inyección masiva de liquidez tras las elecciones griegas, las que aceleraron el avance del parqué neoyorquino en la recta final de la jornada.
Así, pese a la incertidumbre que reina en los mercados de todo el mundo a la espera de los comicios en Grecia del domingo, el Dow Jones de Industriales se metió hoy en el bolsillo una sólida subida del 1,24 % ó 155,53 puntos, con la que acabó en las 12.651,91 unidades.
Entretanto, el selectivo S&P 500 se revalorizó el 1,08 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq se anotó una ganancia más limitada, del 0,63 %.
Contra todo pronóstico y en medio de la ansiedad en la que está envuelto Wall Street esta semana, los inversores se decantaron por las compras pese a conocerse que las solicitudes de subsidio por desempleo en EE.UU. aumentaron en 6.000 la semana pasada, y la media de cuatro semanas subió a su punto más alto en seis semanas.
Los inversores neoyorquinos también desoían la caída del 0,3 % que registró el índice de precios al consumo de Estados Unidos en mayo, la mayor disminución en los tres últimos años, que refleja en gran medida el retroceso del 4,3 % de los precios de la energía ese mes.
Los analistas explicaban la extraña reacción en los mercados a esos decepcionantes datos macroeconómicos con las esperanzas que despiertan de que la Fed se vea obligada a poner en marcha el "QE3", como se conoce a esa posible tercera ronda de compra de bonos del Tesoro, o a extender su "operación twist".
Así, los inversores también hacían oídos sordos a la delicada situación al otro lado del Atlántico, donde la rentabilidad del bono español a diez años rozó por primera vez desde la entrada en la zona del euro la peligrosa barrera del 7 % y cerró finalmente en el 6,91 %.
La subida se produjo un día después del mazazo propinado por la agencia Moody's a la deuda española, que degradó en tres escalones hasta dejarla a un paso del "bono basura", alegando que el rescate a su sector financiero no es una señal de fortaleza sino de debilidad y que elevará su deuda pública hasta el 90 % del PIB este año.
Pero el nubarrón que se cierne sobre el Viejo Continente es más oscuro en Grecia, foco de las preocupaciones a la espera de los comicios del domingo, en los que, de no salir victoriosos los partidos que apoyan el plan de rescate, podrían poner en peligro la permanencia del país en el euro y hacer tambalear los cimientos de la unión monetaria.
Precisamente como una respuesta a lo que pueda ocurrir en esas elecciones, los bancos centrales están preparando una acción coordinada para inyectar asegurar el flujo de liquidez, o al menos así lo apuntan los rumores que lograron intensificar hoy las ganancias en Wall Street.
Diferentes fueron las cosas en las bolsas europeas, que volvieron a cerrar mixtas a la espera de la cita de los griegos con las urnas: Londres bajó el 0,31 % y Fráncfort el 0,23 %, mientras que Italia ganó el 1,47 %, Madrid el 1,22 % y París el 0,08 %.
En Wall Street destacaron avances como los del sector servicios (1,05 %) o el energético (0,91 %), mientras que las acciones de la finlandesa Nokia que se cotizan en la bolsa de Nueva York se desplomaron el 15,77 % tras anunciar un plan de reestructuración que incluye 10.000 despidos en todo el mundo antes de 2013. EFE