(Actualiza la ET1117 con más datos)
Madrid, 17 sep (EFE).- Las pruebas de la consultora Oliver Wyman, que determinarán las necesidades de capital de cada una de las 14 entidades principales de la banca española, se conocerá el próximo 28 de septiembre, han informado hoy fuentes oficiales.
Será al límite del plazo establecido en el memorando firmado con Bruselas para la entrega de la ayuda de hasta 100.000 millones a la banca, que establecía que las necesidades de capital del 90 % del sistema financiero español debían conocerse antes de acabar el mes.
En un encuentro celebrado en el Ministerio de Economía, fuentes oficiales destacaron que las pruebas de la consultora medirán la capacidad de resistencia de cada banco ante un escenario adverso.
A finales de junio, la misma firma determinó que en el peor de los casos el sector necesitaría 62.000 millones para mantener un ratio de capital de al menos un 6 %, en una hipótesis en la que la caída acumulada del PIB fuera del 6,5 % hasta 2014 y el precio de la vivienda se desplomara un 26,4 %.
Sin embargo, la cifra desglosada por entidad llegará a finales de septiembre y pondrá en evidencia, en primer lugar, qué entidades necesitan capital, y en este caso, si requieren o no ayuda pública.
En cualquier caso, las fuentes inciden en que hay que tener en cuenta que las necesidades de capital de una entidad, según las pruebas de Oliver Wyman, no tienen por qué coincidir con el apoyo público que requiera.
Esto es así porque cada banco podrá reducir sus necesidades vendiendo activos, transfiriendo los bienes inmobiliarios al llamado "banco malo", imponiendo pérdidas a los tenedores de bonos, o simplemente por la captación de capital en los mercados.
El informe de Oliver Wyman dividirá a la banca en cuatro grupos, según la urgencia de la inyección de capital que requieran. En el primer batallón irá la banca nacionalizada, y especialmente Bankia, que se encuentra a la cabeza por su déficit de capital, seguida de Catalunya Banc, Novagalicia y Banco de Valencia.
Fuentes oficiales han explicado que ya se está trabajando en los planes de reestructuración o resolución (por ejemplo, subasta) de estas entidades para que, si es la mejor opción, la ayuda pública pueda llegar en noviembre y los activos problemáticos se traspasen al "banco malo" antes de que acabe 2012.
Hay un segundo grupo, que se descubrirá a la luz del informe, que también necesita ayuda y ello obligará a las autoridades españolas a presentar un plan de reestructuración o resolución a la Comisión Europea en octubre, con el objetivo de que antes de que acabe el año reciban la ayuda o pasen a manos de otras entidades.
Un tercer grupo lo formarán las entidades que, aunque tengan un déficit de capital, crean ser capaces de captarlo por sí solas para lo que tendrán de plazo hasta junio del año que viene, el mismo que si optan por una fusión.
Sin embargo, si la cantidad de capital que necesitan los bancos es superior a un 2 % de sus activos ponderados por riesgo, se les exigirá, de forma cautelar, que emitan bonos convertibles ("cocos") antes de que acabe 2012, que serán suscritos por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Si encuentra inversores privados, la entidad podrá recomprar esos títulos antes del 30 de junio o, de lo contrario, el FROB convertiría los bonos en acciones.
El cuarto y último grupo es el de los bancos que no sufren carencias de capital y que incluso tienen un excedente, según pondrá de manifiesto el informe. Está formado por los tres grandes del sector, el Banco Santander, BBVA y CaixaBank, aunque hay quien sitúa también entre ellos a Bankinter.
En paralelo a este proceso, el Ministerio de Economía está trabajando en el reglamento que desarrollará el marco normativo del "banco malo", la sociedad de gestión de activos problemáticos.
Los planes son que el reglamento sea aprobado en noviembre, para lo que en breve comenzará un proceso para designar a los gestores de la sociedad, con el objetivo de que el "banco malo" esté a pleno funcionamiento a principios de diciembre.
Tendrá una vida máxima de 15 años y aglutinará necesariamente los activos de las entidades que reciban ayudas. EFE