París, 4 dic (EFE).- Las organizaciones patronales de Francia y Alemania pidieron hoy, de cara a la cumbre de la Unión Europea de este mes que "rápidamente" se complete "una unión bancaria potente", al mismo tiempo que se pronuncian contra el proyecto de tasa sobre las transacciones financieras.
En un comunicado conjunto, el Movimiento de Empresas de Francia (Medef) y la Confederación de la Industria Alemana (BDI), subrayaron que en un momento en que los países de la UE empiezan a salir de "la espiral de la recesión", hay que crear las bases para "un crecimiento sostenible" porque "la débil competitividad de muchos Estados miembros sigue siendo una amenaza para el euro".
Por eso, y de cara al Consejo Europeo de los próximos 19 y 20 de diciembre, el Medef y la BDI tras considerar "un importante progreso" las reformas realizadas para salvar el euro, añadieron que será necesario "aplicar estrictamente las reglas adoptadas así como los mecanismos de sanciones para estabilizar y reducir el nivel de endeudamiento nacional" y llegar al equilibrio presupuestario.
"El derecho a la solidaridad y la obligación de llevar a cabo reformas estructurales están totalmente intrincadas", señalaron.
Las dos organizaciones empresariales dijeron que es "vital para la competitividad y para el crecimiento" que haya "una financiación real por los bancos y los mercados financieros", y a ese respecto "la conclusión rápida y completa de la unión bancaria constituye un elemento decisivo de la vuelta de la confianza al sector financiero".
En concreto, señalaron que antes de fin de año se debería adoptar el mecanismo para el caso de quiebras de bancos: "para eso se debe crear y armonizar entre los Estados miembros un mecanismo obligatorio de responsabilidad secuencial".
Las patronales francesa y alemana pidieron que el Consejo Europeo renuncie a cualquier subida de impuestos y a cualquier proyecto de nuevo gravamen, y en particular al de la tasa sobre las transacciones financieras en los países miembros que la han aceptado, que es objeto de una directiva en preparación.
A su juicio, esa tasa "tendría un efecto perjudicial para las empresas no financieras, al encarecer sus condiciones de financiación", además de generar una desventaja competitiva a las que están en los países donde se aplicara el gravamen respecto al resto, con el riesgo de una "migración de las transacciones financieras". EFE