Los analistas de Barclays (LON:BARC) advierten de que, aunque los bancos mantienen actualmente una cantidad significativa de reservas, esta situación podría no prolongarse mucho más. Según la investigación de Barclays, los bancos podrían experimentar un aumento de los tipos de interés cuando sus niveles de reservas disminuyan hasta aproximadamente 3,1 billones de dólares.
Los investigadores esperan que el proceso de reducción del balance de la Reserva Federal, conocido como endurecimiento cuantitativo (QT), concluya en diciembre.
En la actualidad, Barclays observa que no hay escasez de reservas, como demuestra la diferencia constante de -7 puntos básicos entre el tipo de los fondos federales y el tipo de interés de los saldos de reserva desde que la Reserva Federal empezó a subir los tipos.
Sin embargo, el banco señala que es probable que esta diferencia disminuya pronto. La nota de investigación del banco explica: "La relación entre las reservas bancarias y el tipo de los fondos federales no es una línea recta, y el impacto de los cambios en los niveles de reservas sobre esta diferencia de tipos se hace mayor a medida que disminuye la cantidad de reservas."
Barclays subraya la necesidad de vigilar los cambios en la forma en que las reservas bancarias afectan al tipo de los fondos federales, lo que se conoce como pendiente o elasticidad de la curva de demanda de reservas, para identificar la transición de una situación de abundancia de reservas a otra en la que las reservas son limitadas.
Según su análisis, los bancos se acercan al punto en que esta curva se hace más pronunciada, lo que estiman que ocurre cuando las reservas se sitúan en torno a los 3,1 billones de dólares, suponiendo que los saldos de los acuerdos de recompra inversa (RRP) sean casi nulos.
Indican que la Reserva Federal no está segura de la rapidez con la que el endurecimiento cuantitativo llevará a los bancos a esta parte de la curva en la que la pendiente es más pronunciada.
Barclays sugiere que la curva de demanda de reservas puede haber cambiado, lo que implica que los bancos pueden preferir mantener niveles de reservas más elevados por cada punto de diferencia entre el tipo de los fondos federales y el tipo de interés de los saldos de reserva. La Reserva Federal ha empezado a reducir el ritmo al que no reinvierte en valores del Tesoro, lo que muestra un enfoque prudente en respuesta a estas incertidumbres.
Barclays concluye afirmando que "en este momento, no hay indicios de falta de reservas", como demuestra la diferencia constante y aún negativa entre el tipo de los fondos federales y el tipo de interés de los saldos de reserva, junto con otros indicadores del mercado. No obstante, los analistas advierten de que esta situación puede cambiar y subrayan la importancia de mantener la vigilancia a medida que avance el año.
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