Por Jennifer Saba
NUEVA YORK (Reuters Breakingviews) - Walt Disney (NYSE:DIS) y Netflix (NASDAQ:NFLX) están empezando a parecerse mucho entre ellos. El próximo servicio de video-streaming de El Reino Mágico está proporcionando un efecto de halo que ha llevado a sus acciones a cerca de su máximo histórico. Pero a diferencia de la compañía dirigida por Reed Hastings, la eventual cancelación de suscripciones podría poner a prueba la paciencia de los inversores en Disney.
El primer ejecutivo de Disney, Bob Iger, tiene mucho en lo que trabajar, incluso llegando tarde al juego de la publicidad directa al consumidor. Disney atesora una colección de franquícias de películas populares como los Vengadores de Marvel y series de televisión como "Los Simpsons", y goza además de una reconocida marca, factores que dan a Iger margen para el lanzamiento de Disney Plus a finales de este año. Las acciones han subido casi un 20% desde el día del inversor de Disney el pasado 11 de abril. Netflix, por su parte, ha bajado un 16% en bolsa.
Sin embargo, vale la pena recordar por qué Disney es un rezagado en la transmisión de vídeo online. La compañía de 250.000 millones de dólares está unida al dinero que cobra de los distribuidores de televisión cable que llevan el contenido de Disney a la pequeña pantalla y no quiere poner en riesgo esa fuente estable de ingresos. El beneficio operativo de su división de redes por cable fue algo superior a los 5.000 millones de dólares en su último año fiscal, lo que representa un tercio del resultado operativo total de Disney.
Disney tendrá que ponderar cuidadosamente que la gente cancele los costosos paquetes de televisión por cable. De hecho, la consultora MoffettNathanson calcula que la tasa de cancelaciones de abonados de cable alcanzará el 5,5% en el segundo trimestre de este año, una tasa récord que además parece que tiende a acelerarse.
El truco para Disney es compensar la posible disminución de los ingresos operativos de la red de cable con los de los servicios de streaming. Disney está fijando el precio de su producto a un módico precio de 7 dólares al mes, la mitad de lo que cuesta el paquete más popular de Netflix. Pero esto ejercerá presión sobre los márgenes.
Netflix también tiene sus señales de alarma. Está gastando dinero en contenido a espuertas, con unos compromisos sobre contenidos de streaming que rozan los 20.000 millones de dólares.
Una caída en el número de suscriptores estadounidenses en julio hizo que sus acciones se desplomaran. Pero el mercado es todavía compasivo. El precio de las acciones de Netflix al cierre de ayer era 34 veces superior al beneficio estimado para 2021, según datos de Refinitv en Eikon. El PER de Disney en cambio es de 19 veces. Es en la ambición donde desaparecen las semejanzas entre ambas compañías.
En Twitter: https://twitter.com/jennifersaba
(Editado por Rob Cox and Amanda Gomez; Traducido por Andrea Ariet en la redacción de Gdynia)