José Álvarez Díaz
Shangai (China), 11 may (EFE).- Los países de América Latina, que en los últimos años han estado incrementando progresivamente sus ventas de alimentos y bebidas a China, uno de los mercados con mayor crecimiento del mundo, están tratando de aumentar ahora su presencia en él con la introducción de nuevos productos.
Así lo demostraron los países latinoamericanos que participan esta semana en el Salón Internacional de la Alimentación SIAL Shangai 2012, una de las ferias anuales más importantes para el sector en toda la región de Asia-Pacífico.
En esta edición, además, Brasil es el país invitado de honor en la gran cita comercial, con una atención especial por parte de los potenciales compradores y distribuidores chinos y asiáticos.
Este protagonismo especial es muy oportuno, porque, según explicó a Efe el secretario (viceministro) de Producción y Agroenergía del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Suministros de Brasil, José Gerardo Fontelles, "China tiene una importancia estratégica para nosotros".
El gigante asiático, añadió, "es uno de los mercados (de importación de alimentos brasileños) más importantes del mundo".
A sus tradicionales ventas de carne y sobre todo de soja, que ocupan la mayor parte de las ventas agrícolas brasileñas a China, el gigante sudamericano está tratando de sumar en la segunda economía del mundo lácteos, vinos y su famosa cachaza, ahora que su fama empieza a crecer desde EEUU.
Brasil, que ya en 2011 vendió alimentos a China por valor de unos 16.000 millones de dólares (12.360 millones de euros), se presentó así en la SIAL de Shangai con una treintena de empresarios dispuestos a incrementar esas cifra a partir de este año.
Por su parte, mientras Argentina marcó la excepción y acudió con apenas siete empresas para defender su tradicional terreno en China en los últimos años (sobre todo garras de pollo, vísceras y menudencias cárnicas, aunque también sus famosos dulces de leche), otro vecino del Mercosur, Uruguay, también busca ampliar mercado.
La estrella de las exportaciones uruguayas a China es la carne, sobre todo de vacuno, pero el país se está esforzando por encontrar distribuidores para introducir allí también su lácteos, su chocolate e incluso sus aceites de oliva, de girasol y de soja, destacó a Efe su embajadora en Pekín, Rosario Portell.
"La verdad es que todavía lo que más vendemos (a China) son carnes de menor valor, despojos y vísceras del rumiante, que para la industria es importante colocarlos", ya que de no ser por el mercado chino, donde su consumo es muy popular, sería imposible venderlos, dijo Daniel Sparano, del Instituto Nacional de la Carne (INAC).
El responsable de trazabilidad de la institución, con todo, destacó que un producto de calidad máxima como el uruguayo, libre de hormonas y antibióticos por ley, libre de fiebre aftosa, y conseguido con una cría de pasto al aire libre, debería aspirar a estar tan valorado y representado en China como lo está en el mundo.
Los primeros pasos se han dado ya, y desde que Uruguay puso su famoso restaurante de carne tradicional en la Exposición Universal de Shanghái 2010, por el que llegó a negociar en persona el anterior presidente, Tabaré Vázquez, y en un evento que tuvo 73 millones de visitantes, la imagen ha comenzado a crearse.
"Desde 2010 al menos la industria frigorífica uruguaya logramos que se interesara en China como mercado de alta calidad" y no sólo de menudencias, señaló, por lo que ya hay una veintena de compañías autorizadas a exportar a China, de las cuales más de una decena ya están vendiendo sus productos en el gigante asiático.
Entre los nuevos productos latinoamericanos que están tomando fuerza en China destaca también el café.
"Hasta hace dos años los consumidores chinos no distinguían cuál era un buen café, pero el mercado está creciendo muy rápido", destacó Rocky Wang, representante de la marca cubana Cubanita, presente en China desde hace un par de años, sobre todo en Shanghái, Cantón y Pekín.
"Hemos vendido ya 30 toneladas en 2011 y seguro que este año llegamos a 50", declaró.
La Asociación de Cafeteros de Colombia, por su parte, está introduciendo ahora el café en grano para marcas chinas, y vende ya café liofilizado de la marca Buendía y molido de Juan Valdés a más de cinco marcas locales. EFE