21 abr (Reuters) - Los legisladores de Florida aprobaron el jueves un proyecto de ley que revocaría el estatus de autogobierno de Walt Disney (NYSE:DIS) Co., en un movimiento ampliamente visto como un ajuste de cuentas por la oposición de la compañía a una nueva ley estatal que limita la discusión de temas LGBTQ en las escuelas.
El proyecto de ley se dirige ahora al escritorio del gobernador Ron DeSantis, que lo rubricará casi con total seguridad.
La Cámara de Representantes estatal, liderada por los republicanos, votó por 70 a 38 a favor de la eliminación de un distrito fiscal especial que permite a Disney autogestionar la zona de Orlando, de más de 10.000 hectáreas, donde se encuentra su complejo de parques temáticos Disney World. El Senado estatal aprobó la medida el miércoles.
En un movimiento inesperado, DeSantis pidió a los legisladores que consideraran la legislación durante una sesión especial que convocó esta semana.
La ley busca eliminar varios distritos fiscales especiales, incluyendo el Distrito de Mejora de Reedy Creek en Orlando. Esa estructura hace que Disney, uno de los mayores empleadores privados del estado, y otros propietarios de tierras sean responsables de proporcionar servicios como la lucha contra los incendios, la electricidad, el agua y las carreteras.
En retorno obtienen una exención de impuestos y tasas. El cambio entraría en vigor en junio de 2023.
DeSantis, un republicano que es un posible candidato a la nominación presidencial de su partido en 2024, quiere devolver el golpe a Disney por su oposición a una ley que prohíbe la instrucción en las aulas sobre orientación sexual e identidad de género para los estudiantes menores de unos 9 años. El gobernador firmó la legislación el mes pasado.
Disney, que fue objeto de críticas el mes pasado por parte de muchos miembros de la comunidad LGBTQ, incluidos algunos empleados de Disney, por no haber adoptado desde el inicio una postura pública contra la medida, condenó después la legislación y dijo que suspendería todas sus donaciones políticas en Florida. Esta decisión desató una tormenta de condenas contra Disney por parte de muchos republicanos.
Disney no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios el jueves
(Reporte de Maria Caspani; reporte adicional de Dawn Chmielewski; editado en español por Carlos Serrano)