Londres, 28 oct (.).- La ministra de Exteriores británica, Liz Truss, informó este jueves de que ha dado instrucciones para convocar a la embajadora francesa en Londres, Catherine Colonna, para que explique las "decepcionantes y desproporcionadas amenazas" de París por la disputa pesquera entre ambos países después de que las autoridades galas detuvieran a un pesquero británico frente a las costas del puerto de Le Havre y otro fuese multado.
Dicho conflicto sobre licencias de pesca entre Francia y el Reino Unido se ha agudizado con la detención de un pesquero británico en aguas francesas tras venir ultimamente marcado por las reiteradas amenazas de París de adoptar fuertes sanciones a partir del próximo martes.
Tras diez meses de negociaciones infructuosas, las autoridades francesas consideran que Londres sigue sin respetar los acuerdos de pesca tras el brexit y avisan de que ya se les ha acabado la paciencia.
El Gobierno galo considera que el Reino Unido no está concediendo las licencias de pesca que estipula el acuerdo del Brexit y ha avanzado que comenzará a aplicar fuertes sanciones a partir del próximo martes si no se llega antes a un acuerdo.
La detención de un pesquero británico en aguas francesas por diversas infracciones ha tensado aún más las relaciones.
Truss indicó que ha pedido a la secretaria de Estado para Europa, Wendy Morton, que llame a la diplomática francesa para que mañana viernes "explique" la postura de su Ejecutivo.
París tiene intención de prohibir a los pesqueros británicos que desembarquen sus capturas en ciertos puertos franceses y planea además endurecer los controles sanitarios y aduaneros.
Para ejercer presión sobre el Gobierno británico, las autoridades galas harán controles de seguridad sistemáticos a los buques y reforzarán además los registros a camiones con destino o procedencia del Reino Unido.
La disputa pesquera con Francia se suma al desencuentro que mantiene el Reino Unido con la Unión Europea en torno al cumplimiento del protocolo para Irlanda del Norte que se estipuló como parte del acuerdo del Brexit.
Londres ha amenazado con dejar de aplicar partes de ese protocolo de manera unilateral si Bruselas no se aviene a rebajar los controles aduaneros que entraron en vigor el 1 de enero -aunque la mayoría de ellos aún no se han llegado a aplicar- y se reduce el papel de los tribunales europeos para dirimir disputas en Irlanda del Norte.