Madrid, 16 may (.).- Los accionistas que votaron en la junta en contra del traslado de Ferrovial (BME:FER) a Países Bajos tienen hasta este jueves para ejercer su derecho de separación, con el que pueden vender sus acciones a la compañía a un precio de 26,0075 euros por título, un 11 % menos a lo que cotizan ahora mismo en la bolsa.
Una de las condiciones clave para sacar adelante este traslado, que fue respaldado el pasado 13 de abril por el 93,3 % de los votos de la junta, era que los derechos de separación que quieran ejercitar los accionistas críticos a este traslado no superasen los 500 millones de euros.
Como era previsible, Leopoldo del Pino, hermano del presidente de Ferrovial y cuarto accionista del grupo con un 4,15 %, votó en la junta en contra de este traslado social, aunque no se espera que ejercite su derecho de separación, que de hacerlo por toda su participación rondaría los 800 millones de euros.
A pesar de las presiones del Gobierno a la decisión adoptada por Ferrovial, el traslado a Países Bajos contó con el apoyo del 93,3 % de los votos de la junta y, salvo la negativa de Leopoldo del Pino, solo un 0,29 % de los votos rechazaron este cambio de domicilio social.
Desde que se abrió el plazo para ejercitar este derecho de separación, las acciones de Ferrovial han cotizado por encima del precio al que se comprometió el grupo a comprarlas.
De hecho, las acciones de Ferrovial están en estos momentos tres euros más caras que el precio fijado para adquirirlas a los accionistas que quieran salir del capital a 26,0075 euros.
Desde comienzos de año, los títulos del grupo presidido por Rafael del Pino se han revalorizado más de un 18 % y ya solo están un 5 % por debajo de su máximo histórico, que alcanzaron en 2020 con 30,5 euros por acción.
Ferrovial designó a Banco Santander (BME:SAN) como entidad agente para la gestión del procedimiento de separación, que puede ser ejercitado con todas o con parte de las acciones de las que los accionistas sean titulares.
Además de los accionistas críticos, los acreedores de Ferrovial legitimados disponían también de un plazo de un mes para ejercitar su derecho de oposición a la operación.
La compañía justificó este traslado a Países Bajos, donde cotizará en la bolsa de Ámsterdam, para facilitar su salida a bolsa en el mercado estadounidense, su gran objetivo final y que dominará su cotización.
Aunque a medio plazo Ferrovial ve natural mantener su cotización de forme simultánea en los tres países -España, Países Bajos y Estados Unidos-, en el largo podría dejar de cotizar en alguno de ellos, según ha reconocido recientemente el director financiero de Ferrovial, Ernesto López Mozo, que no ve ningún riesgo de que el Gobierno español emprenda acciones legales en contra de este movimiento.