MADRID (Reuters) - La recuperación del sector bancario y de algunos otros valores particularmente castigados recientemente impidió que el Ibex-35 de la bolsa española cerrase la sesión del viernes con su séptima caída consecutiva, en un mercado desconfiado por la situación geopolítica y económica mundial.
"La creciente tensión tanto en Irak, como en Ucrania hace prepararnos para lo peor (...) ayer sorprendía Obama afirmando que autorizaba ataques en Irak (...) el precio de las materias primas relacionadas con la energía ya los está notando", dijo Joaquín Robles, analista de XTB.
Solo los fuertes descensos que han llevado al índice a niveles próximos a los de principios de año propiciaron algunas tomas de posiciones selectivas en un mercado dominado por operaciones de trading y que en la sesión llegó a ver al Ibex por debajo de la cota de los 10.000 puntos.
"El Ibex acumula ya una corrección superior al 10 por ciento desde sus máximos", explicó el analista.
El sector bancario, que se había visto particularmente penalizado en las últimas sesiones tras el escándalo del portugués BES, capitaneó la recuperación con alzas del 0,9 por ciento en Santander y del 0,56 por ciento en BBVA, Popular destacó con un repunte del 2,3 por ciento y Sabadell, sumó un 2 por ciento mientras que Caixabank y Bankia sumaron más de un 0,5 por ciento. Este grupo de bancos supera el 38 por ciento de ponderación en el Ibex-35.
Repsol apoyó la tendencia con un repunte del 0,2 por ciento mientras que el otro peso pesado, Telefónica, se dejó un 0,34 por ciento tras las noticias de que Telecom Italia busca entorpecer los planes de la operadora española en Brasil.
El Ibex-35 cerró la jornada con alza de 26 puntos, un 0,26 por ciento a 10.104 puntos en contra de otros mercados europeos, que cayeron un 0,6 por ciento medidos por el FTSEurofirst 300 de los principales valores de la zona.
En el cómputo semanal, el selectivo de los 35 valores más importantes de España cedió un 3,9 por ciento.