Madrid, 15 mar (.).- El Banco de España asegura que las entidades financieras que no pagaron dividendo en 2020, siguiendo las indicaciones de los supervisores, concedieron entre un 12 % y un 23 % más de crédito a las empresas que aquellos bancos que no limitaron la retribución a sus accionistas.
En un artículo publicado este lunes, la institución que dirige Pablo Hernández de Cos analiza los datos del crédito concedido por los bancos españoles entre enero y septiembre de 2020 y el impacto sobre esas cifras de la recomendación a finales de marzo del Banco Central Europeo de limitar el reparto de dividendos.
El Banco de España parte de una muestra de entidades bancarias españolas, entre las que se incluyen tan solo algunas que pudieron repartir dividendos durante los primeros meses de la pandemia, por haber sido ya aprobados en firme antes de la recomendación, y compara el crédito concedido por cada una de ellas.
Siete de las doce entidades consideradas repartieron todo el dividendo propuesto con cargo a los resultados de 2019 (BBVA (MC:BBVA), Sabadell (MC:SABE), Bankia (MC:BKIA), Bankinter (MC:BKT), Abanca, Ibercaja y Grupo Cajamar), mientras que cinco ( Banco Santander (MC:SAN), CaixaBank (MC:CABK), Kutxabank, Liberbank (MC:LBK) y Unicaja (MC:UNI)) suspendieron parte o la totalidad de este pago.
Y tras analizar los datos, llega a la conclusión de que entre enero y septiembre de 2020 los bancos que limitaron el reparto de dividendos concedieron entre un 12 % y un 23 % más de crédito a las empresas que aquellos bancos que no lo hicieron.
Además, las empresas que recibieron préstamos con garantías públicas, como por ejemplo los créditos con avales del ICO, obtuvieron más financiación igualmente de los bancos que no repartieron dividendos, lo que a juicio del Banco de España "sugiere una posible complementariedad entre ambas medidas".
A partir de abril, las entidades afectadas por la restricción de dividendos concedieron de media, entre un 37,3 % en mayo y un 3,6 % en junio más de crédito que el resto de bancos, en comparación con enero.
Aun así el artículo recoge que la adopción de la recomendación de no repartir dividendo fue "controvertida", dado que su impacto sobre el sistema bancario "no es inequívoco".
Por un lado, la recomendación está enfocada a mejorar la situación patrimonial de las entidades, alejando con ello el riesgo de posibles problemas derivados de una infracapitalización bancaria, ya sea una reducción del crédito a las empresas o un posible problema de solvencia bancaria.
Pero, por otro lado, los argumentos en contra de esta medida son que, al impedir el pago de dividendos y con ello la señalización de las entidades a los mercados financieros, puede generar problemas en futuras emisiones de capital bancario e incrementar su coste de capital, llegando a provocar una reducción del crédito.