Por Mercedes Salas
Madrid, 5 jun (.).- La protección de los derechos laborales y la competencia desleal de barcos que maltratan e incluso esclavizan a sus tripulantes es la gran asignatura pendiente en la lucha contra la pesca ilegal, pero gana importancia en las agendas políticas internacionales y de potencias como la Unión Europea (UE) y EEUU.
La celebración del Día Internacional contra la Pesca Ilegal, No Regulada y No Reglamentada, promovido por la ONU, realza cada 5 de junio los esfuerzos públicos y privados contra la actividad de las flotas que operan ilícitamente, y este año llama también a la concienciación de los consumidores.
La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que la pesca ilegal genera, al menos, una pérdida de ingresos que oscila entre los 10.000 y 23.000 millones de dólares anuales (entre 8.300 y 19.000 millones de euros), junto con las obvias consecuencias medioambientales y sociales.
DEBATE MUNDIAL SOBRE EL TRABAJO A BORDO
Gobiernos, flotas y ong ponen cada vez más el foco en uno de sus peores efectos: el maltrato laboral e incluso las condiciones de esclavitud en las que viven los tripulantes de algunos de esos barcos que faenan ilegalmente.
El último gesto político ha sido el anuncio, por parte de la Administración de EEUU, de un veto al pescado de la empresa armadora china acusada de trato vejatorio a bordo contra marinos indonesios, sobre la que el propio Gobierno de Indonesia abrió una investigación criminal.
La UE "debería copiar el ejemplo de EEUU y rechazar pescado capturado con prácticas de esclavitud moderna", declara a Efe el presidente de la patronal europea de armadores Europêche y secretario general de la española Cepesca, Javier Garat.
La flota comunitaria pidió que la UE revisara sus criterios para las importaciones de productos pesqueros de China, precisamente ante los sucesos de la empresa vetada ahora por EEUU.
El presidente del Comité Consultivo de la Flota de Larga Distancia de la UE, que engloba a industria, sindicatos y ongO-, Iván López, señala que la UE es líder mundial en el combate contra la pesca ilegal, y por ello "no puede quedarse detrás de EEUU en la lucha por los derechos laborales".
Además, China es la primera potencia pesquera mundial y muchos de sus barcos son observados con recelo por sus actividades en los océanos.
En África, en el golfo de Guinea, "la gran preocupación" en materia de pesca ilegal es la acción de buques chinos, según precisa el profesor de la Universidad a Distancia de Madrid y del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa (Cisde), Fernando Ibáñez.
LAS NORMAS DE LA UE Y LA POSICIÓN DE LA FLOTA ESPAÑOLA
Garat defiende un trabajo conjunto del sector y de las administraciones contra la pesca ilegal, "un problema serio para las empresas que hacen bien las cosas", porque luego compiten en desigualdad de condiciones con las que operan ilícitamente y dañan los caladeros.
Asegura que, gracias al trabajo conjunto entre la flota y los sindicatos, los derechos laborales están en las agendas de las discusiones internacionales y se suscribió el Convenio 188, que establece unas condiciones dignas mínimas para el marinero.
"Posiblemente la UE tenga el sistema de inspección más duro del mundo", remarca, en referencia además a la actual revisión de la normativa comunitaria, que ampliará medidas de control como la geolocalización de los barcos o la implantación de cámaras de vídeo.
La Autoridad Europea para el Control de la Pesca, con sede en Vigo, pretende aumentar los medios tecnológicos y su eficacia para favorecer una mejora de esa vigilancia, de acuerdo a fuentes del organismo.
Pero los pescadores españoles critican las nuevas normas de control, por considerar que la UE "les trata como presuntos delincuentes" ya que, según Garat, la flota ha hecho muchos sacrificios y es la principal damnificada por la pesca pirata.