Madrid, 20 feb (.).- La escasa demanda de vehículos electrificados en España es la mayor preocupación actual de los fabricantes, que han invertido gran cantidad de recursos en actualizar sus líneas de producción y reclaman medidas más efectivas para que el país recupere terreno frente a sus vecinos europeos.
El problema de las actuales ayudas no es la cantidad de fondos que se distribuyen, sino los trámites administrativos que ralentizan su cobro y desincentivan la compra, según el análisis de la patronal Anfac, que ha reunido a representantes del sector en su foro anual en Madrid.
El plan Moves III para impulsar la movilidad eléctrica, que concluye en julio, "no ha funcionado", ha subrayado el director general de la organización, José López-Tafall, que ha asegurado que las autoridades han recibido de manera positiva sus propuestas para sustituirlo con un programa que ofrezca ayudas directas y sencillas a los consumidores.
En 2023, se matricularon 113.784 turismos electrificados en España, hasta alcanzar una cuota del 12 %, todavía lejos de la media europea, del 22,3 %, y de la cuota en países vecinos como Portugal (31,8 %) y Francia (26 %).
La industria estimaba que para cumplir los objetivos de descarbonización debían venderse en torno a 190.000 electrificados el año pasado. De cara a 2024, sería necesario colocar 280.000, pero, según los primeros datos del año, estiman que la cifra podría quedarse en la mitad.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado por su parte que la cuarta convocatoria del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), que estará dotado con 1.250 millones de euros, saldrá en el último trimestre de este año.
Sánchez se ha comprometido a "redoblar esfuerzos" para apoyar a la industria automovilística y ha asegurado que el Gobierno colaborará con el sector "en las próximas semanas" para mejorar el programa de apoyo a la compra de electrificados.
La transición requiere "pasta"
Uno de los frenos al avance de la electrificación es el precio de los vehículos, en parte debido al coste de las baterías: "La transición al eléctrico la va a tener que pagar la gente que tiene pasta", ha admitido Luca de Meo, presidente de la patronal europea ACEA (BIT:ACE).
"Los coches eléctricos van a costar más caro" y "es la gente que tiene disponibilidad (económica) la que se tiene que comprometer", ha apostillado el también consejero delegado del grupo Renault (EPA:RENA).
"Un día van a bajar, pero el 40 % del coche eléctrico está en la batería", para cuya fabricación la industria está a merced de la "especulación" sobre el coste de las materias primas, señala.
La presidenta de la patronal de concesionarios Faconauto, Marta Blázquez, ha insistido por su parte en que la compra de un vehículo electrificado es todavía un "sueño imposible" para muchos consumidores y ha apostado por las "políticas incentivadoras" que "lleguen al bolsillo del cliente".
Puntos de recarga, "asunto de Estado"
La capacidad de los conductores para recargar vehículos electrificados durante sus desplazamientos es una de las cuestiones clave para el avance de las ventas. A fin de mejorar esas infraestructuras, Anfac defiende la creación de un centro estatal que "planifique y monitorice" el despliegue de puntos de recarga.
El organismo público que proponen debe transmitir al consumidor confianza en que las autoridades analizan qué zonas del territorio no están cubiertas por le electrificación, dónde hay "huecos" de cobertura, y toman medidas para ponerle remedio.
Los fabricantes reclaman asimismo una simplificación de los trámites administrativos para su instalación, así como una hoja de ruta específica de puntos de recarga de alta potencia para vehículos pesados.
López-Tafall ha subrayado que en estos momentos hay puntos de recarga suficientes para el actual parque de vehículos eléctricos español, pero advierte de que el esquema "no está pensado para avanzar al ritmo al que tenemos que ir".
"La gobernanza de las infraestructuras de recarga tiene que ser un asunto de Estado", ha afirmado.
Retos para las aseguradoras
La evolución del mercado también supone un reto para las aseguradoras, que debido a las presionas inflacionarias transitan por un escenario en el que el 1 % de las primas del sector está en pérdidas técnicas, ha señalado el consejero delegado adjunto de Mapfre (BME:MAP) Iberia, Jesús Martínez Castellanos.
Con todo, el precio medio de un seguro de automóvil en España se mantiene en 362 euros, por encima de los 356 euros de 2019, pero por debajo de los 451 euros de 2006 y los 368 euros del año 2000.
Mapfre, líder del sector de seguros de automóvil en España, con el 19 % del mercado, ya ha puesto en marcha opciones específicas para los vehículos electrificados, con características y necesidades mecánicas distintas a los tradicionales, ha destacado Martínez Castellanos, que resalta asimismo el cambio de hábitos de los consumidores como un factor clave para la evolución de las aseguradoras.
El 26 % de las matriculaciones en 2023 se hizo a través de "renting", lo que demuestra la evolución desde el concepto de "propiedad" de los vehículos hacia el de "uso", un cambio al que el mundo de los seguros también debe adaptarse.
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