Madrid, 1 feb (.).- El ejercicio 2023 se presenta "complicado" para el sector inmobiliario, y en especial para el residencial, según el informe anual de Urban Land Institute y Pwc, que anuncia que, aún habiendo mucha liquidez, los fondos de inversión "no están mirando" a este mercado.
El informe, que refleja una brusca bajada de la confianza empresarial, parecida a la de 2011 y 2012, sitúa al inmobiliario "en el ojo de la tormenta", aunque ésta "no va a ser excesivamente dura y va a depender de las localizaciones", ha señalado el socio responsable de Ofertas de PwC Real Estate, Richard Garey.
Con la subidas de tipos, la inflación y el coste de la energía generando tensiones en el mercado, los más de mil entrevistados para este informe anticipan también un ajuste en la valoración de los activos, que será selectivo por tipología y ubicación.
Rafael Pérez Guerra, socio responsable de Auditoría de PwC Real Estate, ha advertido además, de que una "segunda ronda" de inflación pueden afectar a la demanda, con lo que este mercado sufriría más que un ajuste técnico y "el año que viene estaríamos peor", ha dicho.
No obstante, existe consenso en el sector en torno a la idea de que, ante una potencial recesión, éste está más preparado que en la crisis anterior, más profesionalizado y con el valor de los activos respecto a la deuda en porcentajes mucho mas bajos.
"Estamos en una situación mucho mejor, el endeudamiento medio en el inmobiliario cotizado era entonces del 72 % y ahora es el 40 % o menos", ha subrayado el consejero delegado de Merlin (BME:MRL), Ismael Clemente, en la jornada de presentación de este informe.
También existe prácticamente unanimidad en el sector en que va a decrecer la disponibilidad de financiación y el volumen de inversión.
"No es un año de oportunidades de inversión, no se dan los elementos", ha confirmado Clemente.
TIEMPOS DUROS PARA EL RESIDENCIAL
A su juicio, "vienen tiempos duros para el residencial", un sector en el que "todos los fondos oportunistas que invirtieron lo van a pasar mal", ha señalado el CEO en una conversación informal con periodistas.
El informe de PwC también lo recoge: "hay muchos vientos en contra en el sector residencial, incluidos los cambios de regulación de un día para otro", ha destacado la socia responsable de Legal en PwC Real Estate, Paula Hernández.
Ésta ha explicado que existe un "crisis de la vivienda en la mayor parte de las ciudades europeas", agravada porque los promotores tienen que restringir la oferta por el aumento los costes de construcción y de la mano de obra.
Para el CEO de Merlin, "la injerencia política es la principal amenaza del residencial. Ya ha destrozado el mercado en Alemania, Holanda y va camino de hacerlo en medio mundo", ha opinado.
También ha apuntado que, en un mercado que es "cada vez más amplio e imaginativo" (ha pasado de ocho a 23 tipos de activos en los últimos veinte años), el residencial y el sector de las infraestructuras "se empiezan a solapar", por lo que ha pronosticado un "real estate de infraestructuras".
El consejero delegado de Inmobiliaria Colonial (BME:COL), Pere Viñolas, ha coincidido en que hay "a corto plazo un parón de la inversión", de la que ha dicho que está en "estado de shock".
No obstante, el CEO de la mayor socimi de oficinas en España ha confiado en que "pasado el shock adaptativo las oficinas mantendrán su atractivo de mercado líquido y profundo" y ha advertido de que el posicionamiento del sector en el contexto internacional es "clave para entender que ahora la crisis puede ser mucho mejor".
En esa línea, el informe de PwC constata que Madrid y Barcelona se han consolidado desde 2014 dentro de la lista (que encabeza Londres) de las diez ciudades europeas que más inversión inmobiliaria atraen.