Bucarest, 13 sep (EFE).- Buena parte de la prensa rumana recibió hoy con inquietud las intenciones del Gobierno de premiar con incentivos económicos a quienes denuncien ante el Estado a los evasores fiscales, según un modelo vigente en Suecia.
La medida, que podría aplicarse en los próximos meses, es vista por muchos con desconfianza en un país excomunista con una traumática historia de denuncias anónimas a la extinta Securitate, una de las mayores y más brutales policías políticas del continente.
"El Gobierno encuentra la solución para los presupuestos: chivatos fiscales", titula el antigubernamental Evenimentul Zilei.
"No me hace ninguna gracia y me recuerda a los tiempos en que vivíamos con miedo a ser delatados por el vecino", dice a EFE el pensionista Sorin Mihai, que teme el celo denunciante de sus compatriotas animados por las ventajas económicas.
La intención de aplicar esta medida fue anunciada este jueves por el Gobierno de socialdemócratas y liberales, que busca aumentar la capacidad recaudatoria del que es junto a Bulgaria el país más pobre de la Unión Europea (UE).
"Los ciudadanos reciben cartas con la suma de los impuestos, pero también ven si uno de sus vecinos ha declarado mucho menos", explicó el funcionamiento de la ley sueca el secretario de Estado Liviu Voinea.
"Hacienda se basa en el hecho de que saben mejor la situación de los residentes y aquellos que informan correctamente disfrutan de una reducción o se les compensan y pagan solo la diferencia", añadió sobre la polémica idea.
Afectada como toda Europa por la crisis económica, Rumanía sufre los niveles de evasión fiscal más elevados del continente, con una economía sumergida inmensa en todos los sectores.EFE