Madrid, 25 feb (.).- Los intereses exigidos a la deuda pública vuelven a repuntar ante las mejores perspectivas de recuperación, que incentivan a los inversores a asumir más riesgos, y la posibilidad de una inflación más elevada.
La rentabilidad del bono español a diez años, el de referencia, supera el 0,42 %, aunque ha llegado al 0,43 %, su nivel más alto desde julio del año pasado.
El rendimiento del bono alemán, considerado el más seguro, también repunta (se hace menos negativo) y se sitúa en el -0,275 %.
La misma evolución sigue la deuda de otros países europeos periféricos. La rentabilidad del bono italiano sube hasta el 0,72 %; la del portugués, hasta el 0,31 %; y la del griego, hasta el 1,06 %.
En EEUU, el bono a diez años se mantiene por encima del 1,4 %, la cota más alta en un año.
Sergio Ávila, analista de IG, recuerda que el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell, repitió este miércoles en la Cámara de Representantes que los tipos de interés se mantendrán bajos durante un periodo prolongado, algo que ya había dicho un día antes en el Senado.
Según Ávila, el mantenimiento de una política monetaria expansiva, también por parte del Banco Central Europeo (BCE), y la previsión de "un fuerte repunte del crecimiento económico" llevan a los inversores a "comprar activos de riesgo y vender bonos".
La venta de bonos hace que su precio en el mercado baje -a pesar de las compras de los bancos centrales-, lo que se traduce en un aumento de la rentabilidad. El precio y la rentabilidad de los bonos son variables que evolucionan en sentido inverso.
La subida de la rentabilidad de los bonos ha generado intranquilidad en los mercados bursátiles durante los últimos días, porque podría inducir a los inversores a salir de la renta variable y volver a la renta fija.
No obstante, los analistas consideran que las intervenciones del presidente de la Reserva Federal de EEUU han devuelto la calma a los inversores, lo que se ha traducido en subidas en las bolsas.
Según Sergio Ávila, la afirmación de Powell de que los tipos se mantendrán bajos "ha sido suficiente para calmar los temores del mercado sobre la posibilidad de que un aumento de la inflación conllevase una subida de los tipos de interés".