Los jubilados lusos se rebelan contra un nuevo impuesto sobre las pensiones

Lisboa, 13 may (EFE).- Los jubilados portugueses manifestaron hoy su rechazo a los planes del Gobierno luso para aplicar un gravamen a las pensiones, incluido en las medidas propuestas a la troika para acceder a un nuevo tramo del rescate financiero.

El nuevo recorte de las pensiones, cuyo alcance no ha detallado el Ejecutivo, domina el debate público en Portugal y levantó hoy críticas de la oposición socialista y del mayor sindicato, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista).

Varias asociaciones de pensionistas hicieron hoy público su rechazo al anunciado gravamen y recordaron que el Tribunal Constitucional ya consideró ilegales, en abril, los recortes aplicados este año a las pagas extra de funcionarios y jubilados.

"No se pueden alterar las reglas en medio del partido, un nuevo impuesto sería inconstitucional; estoy convencido de que no saldría adelante", declaró a EFE un dirigente de la Asociación Nacional de Pensionistas y Jubilados, Manuel Dinis.

Ésta y otras entidades reclamaron hoy a los partidos de la oposición que vuelvan a pedir la supervisión por el Constitucional de cualquier recorte de las pensiones que apruebe el Gobierno.

Otra portavoz de los jubilados lusos, María do Rosário Gama, lamentó en declaraciones a los medios que el Ejecutivo escoja como "su objetivo preferente a funcionarios y pensionistas" para hacer nuevos recortes.

La aplicación del gravamen no está clara pese a que fuentes gubernamentales dijeron el domingo que su aprobación permitió cerrar la séptima evaluación del rescate de Portugal y que se logró gracias a la flexibilidad de los democristianos del CDS-PP, socios minoritarios del Ejecutivo y opuestos a esa medida.

Sin embargo, hoy mismo el presidente de ese partido, António Pires de Lima, descartó que su grupo haya dado marcha atrás y sostuvo que la creación del gravamen sobre las pensiones no es obligatoria y puede ser sustituida por otro ajuste de efecto equivalente.

"La tasa pasó a ser facultativa, lo que significa que no va a ser aplicada", aseveró en declaraciones a medios estatales Pires de Lima.

El secretario general del CDS-PP, Paulo Portas -que integra el Gobierno como ministro de Exteriores- advirtió hace una semana que aplicar un impuesto a los jubilados era una "línea roja" que no iba a atravesar.

El Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) que gobierna Portugal en coalición con los democristianos, anunció ayer que se había llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión y el Banco Central Europeos, que forman la troika, sobre los nuevos ajustes presupuestarios.

También el Consejo de Ministros, reunido horas antes de forma extraordinaria, dio por cerrada la séptima evaluación de la troika, que estaba abierta desde marzo en espera de que Portugal concretara las medidas de austeridad que aplicará en los próximos años para reducir su déficit.

El Ejecutivo de Pedro Passos Coelho tenía además que presentar nuevos ajustes para compensar el fallo de abril del Constitucional, que anuló los recortes de pensiones y otros subsidios sociales y abrió un déficit presupuestario de 1.300 millones de euros.

Con las medidas anunciadas en las últimas semanas, que incluyen recortes de gastos en los ministerios y la función pública así como la ampliación en un año de la edad de jubilación, hasta los 66, Passos Coelho espera reducir el coste del Estado en 4.800 millones de euros en los próximos tres años.

Según el Ejecutivo, los ajustes son imprescindibles para que la troika libere otro tramo de 2.000 millones de euros del rescate luso, que totaliza 78.000 millones, y amplíe en siete años sus plazos de devolución.

Ambas decisiones deben contar con el visto bueno, este martes, de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofín), ante los que el titular portugués de esa cartera, Vitor Gaspar, presentará las medidas de austeridad aprobadas en Lisboa. EFE