Los mercados pasan factura a un Portugal sumido en la inestabilidad política

Lisboa, 3 jul (EFE).- La crisis política abierta en Portugal derivó hoy en una jornada negra para el país a nivel financiero, en la que la Bolsa registró su peor caída en tres años y la presión sobre su deuda subió a niveles inéditos desde finales de 2012.

La incertidumbre que rodea la continuidad de la alianza conservadora que sostiene al Gobierno luso fue penalizada duramente por los inversores, temerosos de los riesgos que conllevaría una hipotética ruptura del Ejecutivo.

El principal índice bursátil luso, el PSI-20, se vio muy afectado hoy por la venta masiva de activos y acabó por cerrar con un desplome del 5,3 %, la mayor caída registrada en una sola sesión desde abril de 2010.

Desde la dimisión el lunes del ministro de Finanzas luso, Vítor Gaspar, la Bolsa de Lisboa acumula unas pérdidas cercanas a los 2.500 millones de euros, una prueba más del impacto de esta crisis de Gobierno en la confianza de los inversores.

En el mercado secundario, las obligaciones lusas a diez años llegaron a superar hoy el 8 % -casi un punto y medio más que al cierre de ayer-, tasas inéditas desde finales de 2012 y que marcan como consecuencia un nuevo máximo en el actual ejercicio.

Ese agresivo repunte contrasta con el alivio registrado durante los cuatro primeros meses del año, que permitió alcanzar un interés del 5,5 % en mayo que subió en las semanas siguiente por la inestabilidad de los mercados europeos.

A cinco años, los intereses se dispararon también cerca de punto y medio, hasta el 7,1 por ciento, y a dos años subieron un punto, hasta el 4,6 %.

Los mercados evidencian que siguen pendientes de los avances de Portugal a un año de que deje de recibir la ayuda financiera internacional de la UE y el Fondo Monetario Internacional, concedida en junio de 2011 a cambio de un severo programa de recortes y reformas.

Para evitar un segundo rescate el país debe emitir deuda a largo plazo a tasas razonables, y poder así financiarse de forma sostenible.

Sin embargo, los intereses exigidos por los inversores en el mercado secundario -donde se venden los títulos adquiridos en subasta- eran aún demasiado elevados, según los analistas, incluso antes de su último repunte.

Agencias de calificación de riesgo y firmas de inversión advirtieron hoy de que este regreso a los mercados de deuda a largo plazo es más incierto en el actual contexto, marcado por la inestabilidad política.

La crisis de Gobierno que atraviesa Portugal se produce a menos de dos semanas de que comience la octava evaluación de la UE y el FMI al cumplimiento del programa de ajustes acordado con las autoridades lusas en el rescate.

La pérdida de la mayoría absoluta de Passo Coelho es una amenaza para la aprobación de una reforma del Estado que debe ahorrar 4.700 millones de euros del gasto público, tal y como exigen los organismos internacionales.

La reforma se espera que incluya una reducción del número de trabajadores públicos, así como cambios en el sistema de pensiones y debería ser aprobada este mismo año para ser aplicada entre 2013 y 2014.

Pero los partidos de izquierda, los sindicatos -que organizaron la semana pasada la cuarta huelga general contra el Gobierno conservador- y hasta el aliado ahora en duda del Ejecutivo, el Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP), se oponen total o parcialmente al contenido de esa reforma.

El líder del CDS-PP (democristiano), Paulo Portas, renunció ayer al cargo de ministro de exteriores precisamente disconforme con el nombramiento de una ministra de Finanzas que no garantiza, en su opinión, el nuevo ciclo económico que espera en Portugal. EFE