Bruselas, 13 dic (.).- Los países de la Unión Europea (UE) intentarán llegar hoy a un acuerdo para desbloquear el controvertido tope de precios a las importaciones de gas, una cuestión que divide profundamente a los Veintisiete desde hace meses y que tiene secuestradas otras dos normativas urgentes sobre energía.
Los ministros de Energía acuden a la cita en Bruselas con un nuevo borrador legislativo que reduce el tope a 220 euros por (MWh) en los contratos de futuros Title Transfer Facility (TTF) de Ámsterdam, frente a los 275 euros propuestos por la Comisión Europea en noviembre, y que relaja también las condiciones para su activación.
Desde entonces, y según documentos que ha consultado EFE, han circulado diferentes ideas y propuestas oficiosas, tanto desde el bloque que defiende un tope contundente como por parte de las capitales que sólo quieren soluciones para momentos muy excepcionales.
Se han presentado ideas que recortan el tope hasta los 160 euros (Italia, Bélgica, Grecia y Polonia), que abogan por un mecanismo más dinámico en lugar de un tope fijo (España) o que limitan ese techo a los contratos de grandes compradores para cargar los almacenes (Países Bajos).
Pero sigue sin haber acuerdo en vísperas de un encuentro que llega cuando una ola de frío ártico azota Europa y empieza a consumirse el gas almacenado en los depósitos, que hasta ahora estaban rebosantes y llegaron incluso a superar el 95 % de su capacidad, pero en las últimas semanas se han reducido hasta el 88,5 %.
Esto ha provocado que los precios en el índice TTF, que acapara cerca del 80 % de las operaciones de gas en mercados organizados, hayan empezado a subir de nuevo y que se hayan vuelto a disparar los precios de la electricidad.
En busca de un compromiso entre los Veintisiete, la Presidencia del Consejo, que ejerce este semestre la República Checa, ha ido limando el “mecanismo de corrección de mercado” planteado por la Comisión con un tope en 275 euros y una divergencia de al menos 58 euros respecto al precio del gas natural licuado (GLN), entre otras condiciones.
Más allá del precio o cómo activar y desactivar ese tope, uno de los asuntos más complicados de la negociación este martes será el ámbito de aplicación del mecanismo, apuntan fuentes diplomáticas.
Es decir, se debatirá si cubre sólo los contratos a un mes en el TTF o si se amplía a los de tres meses o un año, si se incluyen también otros indicadores de referencia o si se dejan fuera las operaciones privadas no indexadas, que constituyen el grueso de las compras.
El asunto del tope al gas tiene “secuestradas” otras dos revisiones normativas de urgencia en materia de energía, una sobre cómo empezar a organizar las compras conjuntas de ese hidrocarburo el próximo año, que se espera más difícil que 2023, y otra sobre cómo acelerar los permisos para el despliegue de instalaciones de generación renovable.
Ambos dosieres, que la Comisión Europea y Alemania quieren aprobar cuanto antes, han sido negociados y pactados ya entre los Veintisiete, pero las capitales que abogan por el tope de precios al gas se han negado a adoptarlos formalmente hasta que no se resuelva también la cuestión de la limitación de precios.
"Espero realmente que podamos encontrar una solución en los próximos días", dijo ayer en rueda de prensa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, quien señaló que ese acuerdo tendrá que tener en cuenta el riesgo de reducción de demanda, la seguridad de suministro y la estabilidad financiera.
Si los ministros siguen enrocados tras el Consejo extraordinario de Energía de este martes, los líderes de los países de la UE abordarán el tema del gas el próximo jueves en la última cumbre europea del año en Bruselas, con vistas a que puedan resolverse los últimos detalles técnicos en una reunión ministerial ordinaria de Energía programada para el próximo lunes.
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