Madrid, 17 mar (.).- Las "manifestaciones de interés" impulsadas por la patronal de la industria alimentaria (FIAB) y la Federación Española del Vino (FEV) para poder recibir fondos de reconstrucción europeos agrupan proyectos que aspiran a lograr una financiación de 2.262 millones de euros.
Así lo han revelado este miércoles ambas entidades durante la celebración de la asamblea general de la FEV, en la que han detallado cuáles son las líneas maestras de estos documentos centrados en digitalización y sostenibilidad, ya presentados al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
En el caso de FIAB, su director general, Mauricio García de Quevedo, ha precisado que la industria alimentaria pretende recibir cerca de 2.067 millones de los fondos " Next (LON:NXT) Generation" procedentes de la Unión Europea (UE).
En su "manifestación de interés", los fabricantes de alimentos y bebidas españoles han incluido siete "macroproyectos tractores", entre ellos la creación de un observatorio digital y organizar plataformas para que las pymes puedan acceder a coste reducido a herramientas como la inteligencia artificial o la robótica, además de planes para impulsar la economía circular.
"Hemos trasladado que nuestro sector es muy específico porque somos mayoritariamente pymes, rurales, esenciales, exportadores y con muchas diferencias entre unas áreas y otras", ha resaltado el responsable de la patronal.
En este sentido, García de Quevedo ha incidido en la fuerte conexión de la industria con las zonas rurales, ya que el 65 % de las empresas se encuentran en poblaciones de menos de 50.000 habitantes.
Por su parte, la "manifestación de interés" elevada por la FEV recoge iniciativas que esperan recabar 195 millones de estos fondos comunitarios, con el objetivo de acelerar su transformación.
La entidad, que agrupa a 700 bodegas, ha recordado que el sector cumple con los requisitos exigidos por las autoridades para recibir ayudas, debido entre otros factores a su fuerte conexión con el territorio y su carácter exportador.
El documento elaborado por la patronal se divide en seis proyectos tractores, la mitad referidos a digitalización y el resto a sostenibilidad, y abarcan desde mejorar la conectividad en las zonas rurales hasta automatizar almacenes, potenciar el comercio electrónico y el enoturismo, así como incorporar un uso más eficiente del agua y valorizar los subproductos.