Burgos, 21 feb (.).- UGT, CCOO y SITB han convocado huelga indefinida en la planta de Bridgestone (TYO:5108) en Burgos a partir del 5 de marzo, después de que se haya cerrado sin acuerdo el conflicto colectivo por deterioro de las relaciones laborales presentado por los tres sindicatos a finales de enero.
En un comunicado conjunto, UGT, CCOO y SITB -que ostentan la mayoría en el comité de empresa- han indicado que "la nula voluntad de la empresa" a llegar a un acuerdo, tras dos reuniones en el servicio de mediación laboral de Castilla y León, SERLA, y otros tres encuentros exclusivos entre sindicatos y dirección, les han llevado a seguir adelante con la hoja de ruta planteada.
Después de una reunión del comité de empresa, en la que han ofrecido al cuarto sindicato con representación, BUB, participar en las movilizaciones, UGT, CCOO y SITB han acordado convocar huelga indefinida a partir del 5 de marzo, con un primer turno de cuatro días de paros entre el 5 y el 8 de marzo.
José Enrique Fontaneda, representante de la Sección Sindical S.I.T.B Bridgestone Hispania (BME:HIS), ha explicado a EFE que todos los turnos estarán afectados los mismos días de paro, de modo que el 5 de marzo pararán los tres turnos (mañana, tarde y noche), lo mismo que el 6, mientras que el 7 pararán los turnos de mañana y tarde; y el día 8 el turno de noche.
Superado ese primer periodo, y dado que la empresa tiene posibilidad de cambiar el calendario laboral hasta mediados de marzo, los sindicatos valorarán cómo continuar con la huelga, mientras siguen abiertos a negociación, pero siempre y cuando sirva para avanzar y no "para perder el tiempo" como los encuentros de las últimas semanas, han denunciado.
Sin avances ni acuerdos
Los sindicatos han recordado en su comunicado, que también han hecho llegar a la plantilla, que "no se ha resuelto ninguno de los puntos que llevaron a plantear el conflicto", centrados en el incumplimiento del convenio, el deterioro de las relaciones laborales y la imposición de un calendario laboral sobredimensionado, que aboca a la plantilla a vivir un "verano penoso" y sin garantías de evitar un ERTE como los sufridos en los dos últimos ejercicios.
Los sindicatos consideran "absolutamente incomprensible" la decisión de la empresa, que ha insistido en que las 207 jornadas laborales eran irrenunciables, aunque los representantes de los trabajadores defienden que hay margen para la reducción, sobre todo cuando "ha insinuado que tendrá la necesidad de parar la producción este 2024", han lamentado.
"No alcanzamos a entender la actitud inmovilista ante nuestras reivindicaciones", han insistido, cuando el "mayor activo de la empresa son sus trabajadores", gracias a los cuales se ha conseguido que la planta de Burgos sea la más productiva de todo el mundo, han recordado los sindicatos.