LONDRES (Reuters) - El banco británico TSB, filial de Sabadell (MC:SABE), no realizó las suficientes pruebas en una nueva plataforma informática antes de un lanzamiento chapucero que dejó a miles de clientes sin acceso a sus cuentas, según un informe encargado por la entidad publicado el jueves.
Los directivos de TSB, en concreto su consejero delegado, Paul Pester, han sido criticados por los diputados británicos por una crisis que duró semanas e impidió a algunos clientes efectuar pagos vitales.
El informe de International Business Machines Corp (NYSE:IBM) fue elaborado después de que TSB llamara a IBM para que le ayudara a solucionar el problema, que surgió cuando el banco trató de migrar a los usuarios a una nueva plataforma informática en abril. El informe fue publicado el jueves por el Comité del Tesoro del Parlamento británico.
Los "hallazgos preliminares" de IBM concluyen que las pruebas que se realizaron fueron relativamente rápidas, no aportaron la evidencia requerida sobre la capacidad del sistema y no aplicaron los criterios requeridos para demostrar que el sistema estaba listo.
IBM dijo que una operación tan arriesgada requeriría "un diseño riguroso de clase mundial" y "disciplina en las pruebas".
"En una situación similar, cuando IBM se asoció con una organización financiera para migrar a una nueva plataforma bancaria central (...) se llevaron a cabo múltiples migraciones de prueba, se dio marcha atrás varias veces y se solucionaron los fallos antes del lanzamiento".
Una portavoz de TSB advirtió de que las observaciones preliminares efectuadas por IBM se realizaron tras sólo tres días en el banco.
"Presentar este documento como una perspectiva clara de lo que salió mal no sería un reflejo justo", dijo.
Previamente este mes, en una medida sin precedentes, el comité parlamentario instó al consejo de administración de TSB a considerar si Pester debería permanecer al frente del banco.
El comité ha pedido que se le facilite una copia de otro informe sobre los fallos informáticos que actualmente está elaborando la firma legal Slaughter & May.