Quito, 29 dic (.).- Cumplir los compromisos adoptados con el Fondo Monetario Internacional y fomentar la inversión son algunos de los grandes retos económicos de Ecuador para 2022, además de reducir sustancialmente la pobreza después de tres años de grave crisis económica.
CUMPLIR LOS OBJETIVOS DEL FMI
Equilibrismo con las organizaciones multilaterales y, sobre todo, con el Fondo Monetario, que ha aplazado la entrega a finales de 2021 de 700 millones de dólares adicionales hasta completar una revisión de los recortes y reajustes exigidos en el último acuerdo de préstamo de 6.500 millones.
En total, Ecuador tiene pendiente en 2022 la entrega por el FMI de 1.400 millones, y otras sumas de otras organizaciones, cruciales para tapar el objetivo de déficit de un 2,5% del PIB, en comparación con el 4% previsto este año que concluye y 7% en 2020.
FOMENTAR LA INVERSIÓN
Parte del desarrollo económico del país depende en gran medida de la atracción de capitales, nacionales y extranjeros, para todo tipo de proyectos que el Gobierno presentó en noviembre en la conferencia "Ecuador Open for Business 2021".
Este 2021 el Gobierno anunció compromisos de inversión privada por un monto de 2.000 millones de dólares, el doble que en 2019, pero pretende hasta 2025 conseguir 30.000 millones. El próximo año servirá de brújula para saber si el mercado ecuatoriano se gana por fin la confianza del inversor y consigue bajar de los 800 puntos en el riesgo país como para volver a financiarse en los mercados.
POBREZA Y DESEMPLEO
Con niveles de pobreza que no se veían desde hace una década, causados por una ola de despidos en 2018 y 2019 para reducir la inflada Administración pública, y después por las graves consecuencias de la pandemia, Ecuador tiene el reto crucial de reducir los niveles de pobreza, la brecha social y relanzar el empleo.
Este año 2021, según el Gobierno, se han creado 275.000 empleos "adecuados" (más de 40 horas y remunerados por encima del salario mínimo), pero se trata, según expertos, de una suerte de reajuste por las consecuencias del fatídico 2020, y no de una verdadera mejoría que sólo se confirmará a lo largo de 2022.