Madrid, 12 ene (.).- Los vuelos gestionados por Enaire cayeron en enero un 67,7 % si se compara con el mismo periodo de 2020, hasta los 45.522, como consecuencia de las restricciones de movimientos para frenar la covid-19, tal y como han confirmado en un comunicado.
Según cifras del gestor del tráfico aéreo, los vuelos nacionales fueron los que mejor evolucionaron en enero, con una caída del 53,6 % interanual, mientras que los internacionales descendieron un 75,9 % y los sobrecuellos, los que no tienen origen ni destino en un aeropuerto español, bajaron un 62,8 %.
A pesar de que descienden más, la mayor parte de los movimientos siguen siendo internacionales, ya que suponen el 40 % del total, con 18.311 vuelos. Por su parte, los vuelos nacionales (14.955) acapararon el 33 % y los sobrecuellos (12.256), el 27 %.
Además, la caída en los vuelos en enero fue generalizada en todos los centros de control de Enaire, aunque Palma (-58 %), Sevilla (-61,4 %) y Canarias (-64,7 %) resistieron mejor.
Ante esta situación, Enaire está ejecutando un plan de recuperación de los servicios de navegación aérea que permita la restauración de la operación de control de tránsito aéreo de forma escalable, en función de la demanda y de los criterios de programación.
El director de Servicios de Navegación Aérea, Enrique Maurer, ha asegurado que el plan tiene como objetivo garantizar la continuidad, seguridad y eficiencia, de modo que se afronte con garantías la vuelta gradual al volumen normal del tráfico aéreo, todo ello en equilibrio con las medidas de prevención de la salud.
Para impulsar la recuperación del sector, Enaire ha vuelto a reducir sus tasas de navegación aérea este año. La peninsular ha caído un 11 % con respecto a 2020 y se sitúa en 45,44 euros. Por su parte, la tasa de ruta en Canarias, la más baja de la península, se ha reducido un 8,5 % hasta los 40 euros.
Con estas rebaja de tasas, Enaire continúa con la tendencia de los últimos años, ya que desde 2017 ha bajado un 36,7 % la peninsular y un 31,6 % la de Canarias.
España registra este año la tasa de ruta más baja de todos los países europeos y se sitúa un 8 % por debajo de la media del sistema de ruta de Eurocontrol.